Meghan y Harry celebraron el Día del Armisticio organizando una sesión de fotos en un cementerio
Un momento incómodo vuelve a sacudir las relaciones más o menos críticas entre el príncipe Harry y Meghan Markle, y la Familia real británica. Recientemente en Reino Unido se celebró el Día del Armisticio, o de la Amapola, donde Isabel II y el resto de su familia rindieron honores a los caídos. Los medios británicos indican que el príncipe Harry contactó a su familia para que depositara un arreglo floral en su nombre, cosa a la que se negaron y por tanto, él y su esposa decidieron hacer el homenaje... aunque parece que no les ha salido muy bien.
Resulta que la pareja se presentó en el cementerio nacional de Los Ángeles para rendir honores a los soldados de la Commonwealth caídos durante la Primera Guerra Mundial. Bueno, aquí está el primer error de la pareja puesto que EE UU no forma parte de la Commonwealth, así que los medios ven un poco ridículo que celebraran el acto en dicho lugar.
En cualquier caso, la pareja depositó flores en las tumbas de un soldado de las Fuerzas Aéreas de Australia y de la Artillería de Canadá, países que sí forman parte de la Commonwealth. El problema y la gran polémica del asunto, es que la pareja decidió hacer muy público el asunto y contrataron a un fotógrafo para que les captara depositando las flores y caminando por el cementerio.
En pocas palabras, la pareja organizó una sesión de fotos promocionales para impulsar su imagen en un cementerio. También llamó la atención el fotógrafo elegido, Lee Morgan, que ha trabajado para grandes de Hollywood como la revista Vogue o el polémico Kanye West.
El acto de los Sussex ha tenido el efecto contrario al que deseaban y es que no es muy normal organizar este tipo de sesiones en donde reposan los muertos. @mundiario