La 'huida' de Meghan Markle y el príncipe Harry se convirtió en una crisis real
Lo que pasó con Meghan Markle y el príncipe Harry en la corte de Isabel II será material de curiosidad por algún tiempo, aunque con la nueva biografía autorizada de la pareja poco a poco se han ido desvelando pasajes que hasta ahora habían sido rumores filtrados por la prensa. Uno de ellos tiene que ver con la abrupta salida de los duques de Sussex de la Corte, donde afirman que ellos tomaron dicha decisión luego de que el personal del Palacio de Buckingham les negara una audiencia con la reina y el príncipe Carlos de Gales.
Muchos creerán que por ser la abuela y padre de Harry este tiene acceso directo a los dos, pues las cosas no funcionan así en cuestiones reales. La pareja quería tratar el tema de su futuro directamente con la cabeza de la institución al sentirse cada vez más desplazados y silenciados por "fuerzas" del palacio que estaban contra Meghan. Pero esto no sucedió hasta que ambos se vieron obligados a lanzar el anuncio de que renunciarían a sus deberes reales y se instalarían fuera del Reino Unido.
Efectivamente, como en su momento anunciaron los medios, la Familia real al completó leyó la noticia con sorpresa. Tanto Isabel II, como el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo quedaron asombrados con dicha noticia que llegó a sus oídos por los medios. Según Finding Freedom: Meghan y Harry y la creación de una familia real moderna, las cosas eran muy caóticas dentro del palacio y los duques se sentían cada vez más indefensos.
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En el libro aseguran que la decisión de dejar a la Familia real había sido tomada por Harry mucho antes de que Meghan siquiera llegara a su vida. Cuentan que el embarazo de Markle fue especialmente duro por los ataques de los medios y entonces ambos ya empezaban a crear un equipo al margen del oficial gracias a los contactos de la duquesa.
Antes de hacer el anuncio de forma oficial, la pareja envió un correo a la reina y a Carlos de Gales explicando su situación, su intención de vivir en el extranjero y solicitando una audiencia. Como es de esperar, dichos correos no son leídos directamente por la monarca y su heredero, y aquí es donde entran las intrigas palaciegas puesto que uno de los empleados del príncipe de Gales les anunció que no sería posible ver a la reina hasta el 29 de enero, una fecha muy lejana que chocaba con los planes ya tomados por la pareja.
Cansados de tener que hablar por medio de terceros, los duques tomaron la decisión de anunciar su renuncia por medio de un comunicado subido a su Instagram oficial, @SussexRoyal. Esto tomó por sorpresa a Isabel II y al resto de la familia y entonces concretó una reunión con los duques de Sussex.
Lo que sucedió ya es conocido. Meghan eligió no asistir a la reunión y regresó a Canadá donde estaba su hijo Archie, y el príncipe Harry se reunió con Isabel II, el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo en Sandringham para aclarar los detalles de su partida. La reina nunca supo del descontento de su nieto y Carlos se enteró de bien poco. El príncipe Guillermo si estuvo más al tanto, pero creyó que todo se resolvería con el tiempo, algo que finalmente no sucedió. @mundiario
