El error de Isabel II que pudo haber evitado el Megxit

Si hay un puesto importante en el Palacio de Buckingham ese sería el de secretario privado de la Reina. En la actualidad Isabel II ha tenido que hacer frente a dos cuestiones preocupantes para su reinado: el escándalo de su hijo Andrés de York y el Megxit, es decir, la renuncia de su nieto el príncipe Harry como miembro de la Familia Real.

Dos cuestiones que pudieron haberse evitado, según varios medios, y cuyo desastre recae en la mala gestión del secretario de Isabel II. El cargo es más que llevar la agenda de la monarca, es en realidad hacerse cargo de los intereses de la reina y proteger su imagen -y por lo tanto el de toda la monarquía-

Esto último lo hacía a la perfección el que fue secretario personal de la reina hasta julio del 2017  Sir Christopher Geidt. El hombre era temido y respetado por todos en Buckingham, incluidos los hijos de la soberana.

Geidt no temía decir lo que pensaba a los hijos de la reina, a quienes les llegó a llamar la atención en más de una ocasión por sus faltas. Cuando fue despedido, el Palacio tuvo que lanzar un inusual comunicado: "Aunque nunca comentamos los detalles confidenciales de los empleados, se ha anunciado que en julio Sir Christopher Geidt renunciará después de diez años como secretario privado. (...) El príncipe de Gales y toda la familia real se comprometen a apoyar a la reina y están a su disposición. Más allá de eso, no vamos a participar en una historia basada en rumores de fuentes no identificadas".

El comunicado fue la respuesta al rumor que corría entonces de que el príncipe Carlos de Gales consideraba que Geidt era un problema para la transición que quería llevar a cabo entre el reinado de su madre y el suyo. Así que apresuró su despido con ayuda de su hermano, Andrés de York, quien veía al secretario como una amenaza por limitarlo en sus negocios y preocuparse por sus amistades, entre ellas, la que mantenía con Jeffrey Epstein.

Su sucesor, Sir Edward Young, es un personaje más endeble y majenable, perfecto para los planes de Carlos de Gales. El problema ha sido que justo en estos tiempos difíciles habría servido más la ayuda de alguién tan implacable como Geidt, quien siempre veía los problemas antes de que sucedieran y los resolvía con gran temple.

El exsecretario contaba con el respeto tanto de los Cambridge como del príncipe Harry, así como de los otros hijos de la reina, la princesa Ana y el príncipe Eduardo, quienes piden la cabeza de Young por no saber proteger los intereses de la reina.

Otro factor que le habría jugado en contra a Isabel II habría sido la retirada de su esposo, Felipe de Edimburgo, que desde 2017 se encuentra fuera de la vida pública y además de consorte de la soberana, era la mano de hierro dentro de la Familia real. Ahora retirado y viviendo en Sandringham, es complicado que el duque intervenga en los asuntos del Palacio. @mundiario