Este era Mike Smith, el famoso productor que rechazó a The Beatles en 1962

Smith con el cantante Wee Willie Harris. / independent.co.uk
Mike Smith con el cantante Wee Willie Harris. / independent.co.uk

Respetado en su campo, este cazatalentos consideró que los grupos de guitarras tenían los días contados y se decantó por apoyar a una banda a la que nunca abandonaría.

Este era Mike Smith, el famoso productor que rechazó a The Beatles en 1962

Decca Records es una compañía disquera de amplio recorrido y prestigio en el Reino Unido. Su cuartel general yace precisamente en Londres, capital británica, y dentro de su catálogo de artistas clásicos y contemporáneos se encuentran nombres como Louis Armstrong, Guy Lombardo y hasta nada menos que Elvis Presley. Por sus corredores han pasado y siguen pasando estrellas de talla mundial, pero probablemente sea más fácil poner el estudio en la mente del imaginario popular por el nombre de las estrellas a las que se les negó el paso: George Harrison, Paul McCartney, John Lennon y Richard Starkey.

Sí, Decca Records es el nombre de la compañía que llegó a rechazar a The Beatles en sus inicios por recomendación de uno de sus cazatalentos, en lo que es considerado todavía a estas alturas como uno de los más grandes errores en la historia musical del siglo pasado. ¿Quién fue el responsable de haberle cerrado la puerta al cuarteto de Liverpool? ¿Quién cargaría sobre sus hombros el peso de haber tirado por la ventana millones de millones en ingresos de todo tipo? Mike Smith. Su nombre real era Michael Robert Smith. Nació el 30 de abril de 1935 en Barking y Donnenham, Londres. Como no podía ser de otra forma, Smith se especializó en estudios musicales desde su juventud y también hizo servicio militar en la RAF, como electricista. Al terminar su labor en el Ejército, Smith tuvo una rápida aventura en los medios de comunicación, a los que abandonó atraído por la idea de ser un gran productor musical y viajar por Europa reclutando nuevos talentos. Así, se unió a Decca Records de la mano de su amigo Dick Rowe, encargado de los talentos del género pop en la productora.

Entre ambos fueron llenando el palmarés comercial de la empresa, hasta que el 1 de enero de 1962, cuatro jóvenes desconocidos provenientes de Liverpool se presentaron a una audición. El cuarteto grabó un total de 15 canciones en algo menos de una hora. Las grabaciones fueron enviadas a Smith mismo, quien por encargo de sus superiores buscaba una nueva banda beat para la productora.

Como sucede en la mayoría de entrevistas de trabajo, que al final de cuentas eso es lo que fue esta grabación, la empresa le comunicó a los cuatro jóvenes que la respuesta les sería anunciada en un par de semanas. Lo cierto es que, según el libro Beatles 62. El año del cambio, escrito por Fernando López Chaurri, Smith parecía estar ya predispuesto a elegir a otra de las bandas que se presentaba para ser la protagonista del proyecto, de la que ya conocía a los miembros y que llevaba por nombre Brian Poole and the Tremeloes.

Como sea, a la larga Decca decidió dar el carpetazo a The Beatles bajo el argumento de que los grupos de guitarras tenían las horas contadas. Aquello pudo haber sido el inicio de la ruina general de la productora, pero en la misma rige un modelo administrativo en el que los altos mandos, como Smith y Rowe, nunca pueden ser despedidos por más grande que sea su metida de pata.

Así, y a la vista del grosero error que habían cometido con la bateada dada al famoso cuarteto de Liverpool, los dos debieron retroceder en su orgullo, o convencerse de que la plata que ganarían bien valía cualquier arrepentimiento, y reconciliarse con The Beatles, cuando éstos estaban ya en pleno apogeo de su carrera. Y esa reconciliación fue mutuamente beneficiosa, pues no solo la banda tenía por fin su venganza, y no menos que a una empresa de prestigio para sus producciones, sino que la productora se hacía con los derechos de otro grupo británico que llegó a sus despachos por recomendación de George Harrison: The Rolling Stones.

Fue así como el cuarteto de Liverpool ayudó al mismo productor a salvarse de quedar para siempre como el hombre que rechazó a una de las mejores bandas de la historia. Smith, quien nunca se separó de Brian Poole and the Tremeloes incluso cuando la banda se separó y les hizo ganarse un nombre en la industria musical británica (obviamente, a menor escala que el grupo consentido de la disquera), murió el 3 de diciembre de 2011 a los 76 años, producto de una enfisema, es decir, una acumulación patológica de aire en los tejidos u órganos del cuerpo. @mundiario

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