Una dama de blanco: Kate impacta en su primera cena de gala como princesa
Ahora como princesa de Gales, Kate apuesta por no dejar que la sombra de Diana la opaque. Middleton traza su propio camino con guiños a su fallecida suegra pero bajo sus propias reglas.
Carlos III ha celebrado su primera cena de gala como Rey por la visita de Estado del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. Para este evento, estuvo acompañado por su esposa, la reina consorte Camilla, los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, y otros miembros de la familia real.
Ha sido muy esperada la aparición de la princesa de Gales. Kate Middleton se estrena con este título tan especial en este tipo de eventos, uno en que puede lucir algunas de las maravillosas tiaras que forman parte del joyero real. Middleton no ha decepcionado y es que ha elegido el blanco y el brillo para acaparar todas las miradas.
La princesa de Gales empieza a dejar claro que no le teme a la figura de Diana, su antecesora en el mencionado título ya que Camilla jamás pudo portarlo por respeto a la memoria de la fallecida princesa. Ahora es Kate quien lleva con soltura el título de princesa y no le teme ni un poco y es que ella está cómoda en su nueva posición, principalmente, debido a que cuenta con el apoyo total del príncipe Guillermo.
En esta primera cena de gala no ha decepcionado y es que incluso se atreve con pequeños guiños hacía su fallecida suegra. En esta ocasión, Kate vuelve a impactar llevando la tiara The Lover's Knot, la favorita de Diana y unas de las más hermosas de la colección real.
Dicha tiara se guardó luego de que la reina Isabel II solicitara a Diana su devolución tras su famoso divorcio en 1997. Salió del joyero en 2015, cuando la entonces monarca autorizó que la esposa de su nieto la llevara en una cena de Estado en 2015. La diadema fue creada en el año 1914 a petición de la reina María de Teck, que encargó una réplica de la tiara que perteneció a la Gran Duquesa de Macklenburg-Strelitz. La preciosa joya cuenta con 19 arcos abiertos con diamantes brillantes y 38 perlas en forma de gotas, siendo una opción llamativa y muy femenina.
Combinó la tiara con unos pendientes que ha llevado en muchas otras ocasiones y que el príncipe Guillermo heredó de Diana, por lo que no sorprende que él se los haya regalado a su esposa. El gran estreno de Kate fue su vestido de Jenny Packham, una pieza valorada en más de 5.000 euros. Es una apuesta realizada en crepé elástico, manga abiertas largas, escote en barco y detalle en joyería.
En su vestido, Kate llevó la banda de la Real Orden Victoriana que era sujetada por el broche que estrenó en el Día del Recuerdo y que se cree que fue un regalo de su esposo por su 40 cumpleaños. @mundiario
