¿Cuál es el secreto de la longevidad de la reina Isabel II?

La reina Isabel II. / Twitter
La reina Isabel II. / Twitter
La monarca británica y el príncipe consorte se han mantenido a lo largo del tiempo y parece que su reino continuará, a pesar de la crisis sanitaria que vive el Reino Unido y el resto del mundo con el coronavirus.
¿Cuál es el secreto de la longevidad de la reina Isabel II?

En la historia de Gran Bretaña, el reinado de Isabel II tiene la marca absoluta como el más longevo jamás registrado, superando al de su tatarabuela la reina Victoria.

Año tras año muchos apostaron que el fin de la monarca estaba cerca, pero el calendario sigue pasando y la dama con 93 años sobre sus espaldas sigue pasando las pruebas que le ha impuesto el tiempo, que no han sido pocas, como vivir en directo las calamidades de la Segunda Guerra Mundial o la muerte de su padre Jorge VI.

Ahora la familia real vive bajo la incertidumbre del alcance del coranivrus, en particular cuando se dio a conocer que Carlos, el príncipe de Gales está afectado por la enfermedad y que con 71 años se encuentra en el grupo de riesgo. Para evitar un posible contagio y ante el avance de la enfermedad en Londres, la reina ha sido evacuada del Palacio de Buckingham aunque hasta los momentos, no hay reporte alguno que indique que porta la COVID-19.

Parece que el material genético de su majestad es digno de ser estudiado, porque pocas veces se ha visto a un personaje con semejante carga de responsabilidades vivir a lo largo de muchas décadas, y que prácticamente se mantenga tan fuerte como un roble.

¿Cuál es el secreto? En 2015 El Mundo elaboró un trabajo informativo enumerando 10 factores, que contribuyen para la longevidad de Isabel II sea un autentico hecho:

1.Los genes: Como fue mencionado anteriormente, lo más probable es que es la reina cuente con un material genético privilegiado.  El rotativo explica que históricamente los Windsor han gozado de buena salud, a pesar de las muertes prematuras de su padre a los 56 años y de su hermana Margarita a los 72. Estos dos miembros de la realeza tenían un problema que no sufre su alteza: ambos eran adictos al tabaco, de resto, el precedente de longevidad ha estado presente en la familia real como por ejemplo con la reina madre, Elizabeth Bowles-Lyons que vivió hasta los 101 años.

2. El agua de Balmoral: Isabel II ha mantenido la costumbre disfrutar del verano en tierras escocesas y de acuerdo a El Mundo, la explicación estaría basada en su predilección por consumir el agua que brota de un manantial que pasa por su finca, porque el agua que brota de un manantial que pasa por su finca, cuenta con propiedades minerales ideales para combatir la artritis y el envejecimiento. Aunque los británicos pueden conseguir esa agua embotellada como Deeside Natural Mineral Water, la soberana tiene el privilegio de consumirla en directo. El doctor Hug Matheson certifica la calidad y efectividad de esta bebida natural.

3. El agua de cebada: Es una de las bebidas favoritas de la reina, pero particularmente una receta popularizada con ligeras variantes de una cocinera real llamada Alma McKee es la que ha permitido a Isabel II disfrutar de todas sus bondades, como las propiedades para el tratamiento de afecciones del riñón y la vejiga.

4. La dieta: De nuevo sale a relucir el nombre de Alma McKee. De acuerdo a las investigaciones hechas por el rotativo, esta mujer fue la responsable de los buenos hábitos alimenticios de la reina y fue ella la que introdujo la costumbre de consumir verduras, huevos, carne orgánica, pescado  y aceite de oliva.

5. El té y el vermú: Estas bebidas forman parte de los rituales de Isabel II y en general de los británicos. Ambos contienen propiedades que blindan la salud de aquellos quienes la consumen. Son anticancerígenos, antiinflamatorios, antioxidantes y previenen las enfermedades cardíacas.

6. La presencia de Felipe de Edimburgo en su vida: Aunque muchos consideran que el príncipe consorte es un dolor de cabeza, el esposo de la reina es una especie de "báculo emocional", especialmente cuando tiene que enfrentar momentos duros, como todo lo que tuvo que sufrir después de la muerte de su padre, el divorcio del príncipe Carlos y la muerte de la princesa Diana en 1997. Mientras el príncipe se mantenga al pie del cañón, seguramente la monarca tendrá el combustible suficiente para seguir gobernando.

7. Cuidado de la salud: Desde hace muchos años la reina ha sabido escuchar y aplicar las recomendaciones que ofrecen lo médicos homeópatas, pero además también acude a la medicina convencional, sin dejar pasar ninguno de sus chequeos periódicos.

8. Las mascotas: Prácticamente a lo largo de toda su vida, Isabel II ha estado rodeada de mascotas y aunque hace unos años decidió que no seguiría criando a sus perros, los beneficios de la compañía de sus compañeros de cuatro patas se han "hecho notar durante décadas" como explica El Mundo.

9. Una vida resuelta: Sin problemas de dinero los años pasan de mejor forma, al menos así ocurre con la reina. Isabel II se encuentra entre las personas más acaudaladas del planeta y de acuerdo a algunas cifras, su fortuna asciende a casi 60.000 millones de euros.

10. La religión: Por último según El Mundo se encuentra el factor de la fe y el papel que desempeña como placebo para los seres humanos. La monarca asiste con regularidad a eventos religiosos a la vista del público, una actividad que le sirve como "conexión social", un elemento vital para mantener el cuerpo y la mente sanos. @mundiario

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