Cinco celebridades que se hartaron del cigarro y superaron el dañino vicio
Dejar esta adicción es el deseo de muchos que la tienen, por lo que a continuación se presenta una lista de famosos que pueden inspirar con su ejemplo.
Fumar es uno de los hábitos más dañinos para cualquier persona. Dejarlo, no obstante, es muy difícil para quienes se han hecho adictos a él. Eso sí, hay algunos famosos que con su ejemplo pueden inspirar a otros a despojarse de este nocivo vicio. A continuación, cinco famosos que lograron superar su adicción:
1. Gisele Bündchen
La exmodelo de Victoria’s Secret tuvo este vicio durante años y, cuando logró dejarlo, reconoció que subió nada menos que 15 libras. Eso sí, la maniquí admitió que no se arrepiente de esta decisión. “Cuando dejé de fumar gané 15 libras, ¿y? Yo prefiero así. Nada es mejor que la salud”, dijo.
2. Ben Affleck
Aflleck llegó a reconocer hace algunos años en una entrevista a la revista People que era capaz de fumar hasta cinco paquetes en un mismo día en 2007. El actor fumaba como desesperado durante el rodaje de Gone Baby Gone en aquel año. “Para cuando la película terminó, estaba tan harto de fumar que no quería hacerlo más y renuncié”, dijo orgulloso en la misma publicación. Probablemente fue la mejor decisión que tomó tras un proyecto cinematográfico.
3. Barack Obama
El expresidente de los Estados Unidos admitió tener serios problemas con el cigarro desde su juventud. Cuando decidió correr por la Casa Blanca, su esposa le aconsejó, casi ordenó, que debía dejar el vicio, pues no colaboraba para su imagen. En 2011, tras tres años luchando contra su adicción, fumó su último cigarro.
4. Jennifer Aniston
Aniston confirmó que había dejado el vicio luego de que medios de comunicación especializados en farándula esparcieran el rumor de que estaba embarazada. Efectivamente, la actriz dejó la nicotina pero no por estar embarazada. “Bueno, recientemente he dejado de fumar, y tengo unos kilos de más”, admitió.
5. Charlize Theron
La actriz sudafricana dejó de fumar por decisión personal. Según admitió a la revista Vogue en 2011, ella misma se dio cuenta de que su necesidad por el cigarro la estaba llevando a límites dañinos para su salud. “Yo pensé, no fumo como la gente normal. Fumo para morir”, explicó. Luego de eso, emprendió el camino sin retorno y no se arrepiente de ello.
