El acento político de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry

Meghan y Harry ya son marido y mujer. / Redes Sociales
Meghan y Harry ya son marido y mujer. / Redes Sociales

Aunque la monarquía británica no tiene tanto poder como en los tiempos de antaño en la vida política del Reino Unido, si es cierto que siguen teniendo un peso muy importante a nivel simbólico. Y aunque ningún político asistió al enlace, el evento tiene un significado que impacta en la sociedad inglesa.

El acento político de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry

Meghan Markle y el príncipe Harry se han casado, por primera vez una pareja interracial forma parte de la Familia Real británica y aunque la monarquía ya no tiene un peso gigantesco a nivel político en Reino Unido, si es cierto que tienen un peso muy importante a nivel simbólico que impacta de forma importante en la sociedad inglesa y en el resto del mundo. Aunque a la ceremonia no haya asistido ningún político, si es cierto que no faltaron los gestos que hablan de nuevos aires en la monarquía británica que tendrán una gran influencia en las decisiones políticas de la nación.

Como sabemos, la boda real llega en un momento bastante interesante en la historia del Reino Unido y en lo que pasa en el mundo actualmente. ¿Por qué? Ya mencionamos que se trata de la primera pareja interracial de la historia de la monarquía y esto importa porque es un gran giro para que una sociedad empiece a cambiar, recordemos que tras el Brexit, la sociedad británica empezó a dividirse y ser obvio que el racismo aún sigue estando arraigado en los chovinistas de britannia blanca.

 

straight out of a fairytale 💫 #royalwedding

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Desde que comenzó el año, la prensa sacó a la luz los casos de deportación de varios inmigrantes conocidos como la “Generación Windrush”, que llegó al viejo continente tras la Segunda Guerra Mundial, procedentes de naciones caribeñas como Jamaica, Barbados, Guyana o Trinidad y Tobago. Estos ciudadanos llegaron para ayudar con la reconstrucción del Reino Unido tras la devastación que sufrió producto de la contienda. Nunca tramitaron un pasaporte debido a que muchas de esas naciones aun eran colonias británicas y dado el tiempo que pasaron en el viejo continente, nunca vieron necesario tramitar la documentación. Hasta ahora, sesenta años después, que se les reclama la documentación o serán deportados.

La medida ha molestado a la opinión pública, especialmente a las nuevas generaciones y ha sido tal el escándalo que el Gobierno ha sido duramente criticado, dejando mal parada a Theresa May, la primera ministra; y ha causado la dimisión de Amber Rudd tuvo como Ministra del Interior.

 

Es bien sabido que las monarquías parlamentarias no deben interferir en este tipo de asuntos, pero sabemos que las reglas son para saltárselas y al fin y al cabo, son humanos y tienen cosas que decir. En el caso de Meghan y Harry, desde antes del enlace han acudido a distintos actos oficiales donde han dejado clara sus intensiones con gestos muy significativos como acudiendo al multicultural barrio de Brixton para visitar una emisora de radio; o asistiendo a una misa en honor a Stephen Lawrence, un joven de 19 años apuñalado en 1993 durante una reyerta racista.

Si dejamos a un lado el revuelo que causan estos dos personajes y nos fijamos únicamente en quienes son, no podemos dejar de obviar que él fue un rebelde que llegó vestirse con un uniforme nazi, y ella es una californiana, mestiza y de clase media. Parecen personas normales, pero su unión es poderosa porque promueven la tolerancia y valores positivos en un mundo donde las clases sociales siguen teniendo una guerra abierta, hay xenofobia, racismo y machismo; pero los pequeños pasos son el comienzo de cambios positivos. @mundiario

 

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