Una antigua monja vende contenido para adultos gracias a las redes sociales

Yudy Pineda, antigua monja. / RR SS
Yudy Pineda, antigua monja. / RR SS

La colombiana de 35 años dejó atrás 8 años de vida dedicada a la religión católica. En una entrevista que concedió dijo: "Mi empleo es digno y artístico. No tiene nada de malo".

Una antigua monja vende contenido para adultos gracias a las redes sociales

Del convento a las redes sociales, así se puede resumir el giro de 180 grados que ha dado la vida de Yudy Pineda. La antigua monja gana una auténtica fortuna en su país natal,  porque después de colgar los hábitos, ahora se dedica al 100 % a generar contenido para adultos en plataformas digitales. La exactriz porno y periodista, Amaranta Hank, la entrevistó para conocer de cerca su historia. A pesar de profesar su amor por la religión católica desde muy temprana edad, la sudamericana ahora es una celebridad. "Me enamoré de la vocación de las monjas que me daban clases y decidí irme con ellas, quería ser como ellas porque se veían como tan puras".

Sin embargo, ganar dinero y mostrar fotos como Dios la trajo al mundo no fue lo que provocó el cambio que ahora vive en carne propia. Aparentemente un amor no correspondido por un profesor de catequesis fue lo que provocó su salida de la institución religiosa. Posteriormente consiguió trabajos como promotora y acto seguido, el destino conspiró para que tomara un camino bien distinto al que inicialmente tenía en mente, cuando a los diez años soñaba con ser monja. 

Yudy Pineda, exmonja colombiana. / @yudipined
Yudy Pineda, exmonja colombiana. / @yudipined

Una amiga fue la que le dio a entender que ser modelo webcam era una gran oportunidad para ella. "Sí, se gana súper bien, yo te contacto con la persona encargada." A partir de ese instante comenzó a recibir buen dinero por sus servicios digitales, aunque en una ocasión, un sacerdote intentó hacerla cambiar de parecer, pero ella se negó rotundamente y le dijo que su empleo era digno. 

Considera que a pesar de formar parte del gigantesco mundo del erotismo, no siente ningún remordimiento de conciencia. "Dios siempre está conmigo. Me siento super bien cuando no voy".

Sigue asistiendo a misa

Actualmente desarrolla su actividad económica en la ciudad colombiana de Medellín,  y aunque asegura que al principio fue muy duro acostumbrarse, no tiene ningún problema en admitir que su vida ha mejorado en gran medida por lo que hace. Como lo destaca en una entrevista que ofreció a Caracol Radio, ella asiste puntualmente todos "los viernes al grupo de oración, los sábados de vigilia y los domingos a misa."

Así ha transcurrido su vida desde hace cuatro años, seguramente hay gente que celebra su ascenso a la fama y otros que la repudian por su decisión, pero lo que es imposible de negar es que su historia no pasa desapercibida para nadie. Tiene perfiles en TikTok, Instagram y en Twitter, para seguir llamando la atención de miles de seguidores y ofrecer sus servicios. @mundiario

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