20 años de O Pazo de O Castro, Monumento Histórico en Valdeorras, una comarca "olvidada"

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Pazo do Castro.
O Pazo de O Castro cumple dos décadas de un exitoso proyecto hotelero que supo conservar el valor histórico y artístico de un palacio de abolengo. Situado en Valdeorras, una comarca de inmenso atractivo turísitico, pero incomprensiblemente  olvidada por las instituciones.
20 años de O Pazo de O Castro, Monumento Histórico en Valdeorras, una comarca "olvidada"

Hace 20 años la familia Rodríguez, acometía un gran proyecto: adquirir del gran palacio de O Castro en Valdeorras a la nobilísima familia gallega Flórez. Nada similar existía en la provincia, y muy pocos proyectos parecidos en el resto del estado español, pero hoy, dos décadas después, el balance es la realidad incontestable de un exitoso complejo hostelero que no sólo ha salvado para el patrimonio gallego un edificio de gran valor artístico, sino que lo ha hecho accesible para el público.

La familia valdeorresa  Rodríguez,con un patriarca " self made man" , con un agudo sentido empresarial, despuntó en el mundo de la construcción y la maquinaria industrial. Una segunda generación, con formación universitaria en el ámbito de gestión y economía, tomó el relevo y diversificó su esfera de actuación. La menor de esta segunda generación, Montserrat Rodríguez, está al frente de la gerencia y es vicepresidenta de la Ruta do Viño de Valdeorras. Hace unos meses MUNDIARIO recogía la concesión  en FITUR,de la Q de calidad al establecimiento junto al Presidente Feijoo

Situado en una ladera sobre el Valle del Sil, en Vila do Castro, O Barco de Valdeorras, Ourense, el Hotel Monumento 4* Pazo do Castro, está declarado Edificio Histórico Artístico y data del S XVII, .La fachada principal  está compuesta por una loggia con arcadas que alberga el escudo de armas con las cinco flores de lis, en oro, en campo de azur, propias de los Flórez Losada.. El interesante juego cromático del revestimiento pétreo de su visión frontal se acentúa con las carpinterías en azul, color de la casa nobiliaria. Los Marqueses de Esteva de las Delicias, Grandes de España, habitaron la Casa-Palacio hasta su cambio de titularidad. No hay otro pazo gallego que se le parezca, de ahí su especial valor. patrimonial.

La decoración actual es completamente decimonónica, pero no es una recreación, sino rigurosamente original..De hecho, el éxito del proyecto, fue el intentar - y lograr- mantener no sólo el recinto histórico, sino también un ambiente palaciego " auténtico"  que los distinguiera de otros establecimientos de alta calificación en toda Galicia.

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Los salones se mantienen perfectamente conservados, al igual que las habitaciones. Pero quizás sean la biblioteca y la majestuosa capilla, única en su estilo en pazos similares, las estancias de mayor valor artístico. El mobiliario de época se completa con retratos y cuadros originales de los moradores de la casa. Grabados ingleses, imaginería barroca policromada y obras de copistas del XIX,  logran que la estancia casi sea un viaje en el tiempo. Un viaje al pasado, sólo desde el punto de vista romántico, porque en absoluto lleva aparejado instalaciones obsoletas. El hotel posee todas las comodidades y servicios de un hotel actual .

Unos jardines de bojs centenarios, piscina, pistas deportivas, parque infantil, Spa, Museo etnográfico, salas de reuniones, Restaurante y bar con una espléndida terraza son los servicios que completan el gran atractivo del Pazo do Castro, todo un referente en la hosteleria gallega.

Otra de las claves de su éxito, ha sido no se circunscribirse al ámbito estrictamente hotelero, sino que ha desarrollado una  faceta lúdica y gastronómica, participando en jornadas  junto a la comarca del Bierzo, vecina natural de Valdeorras. Tembién funciona como lugar de convenciones y ceremonias.  

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La certificación Q  que acredita su prestigio  supone un valor añadido a su privilegiada situación en pleno valle del Sil, entre la Ribeira Sacra, la Estación de Montaña y Esquí de Manzaneda y  Las Médulas, declaradas Patrimonio de la Humanidad., pero también de la Vía Nova y el Camino de Invierno a Santiago, un Camino que debería tener más respaldo institucional. 

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Valdeorras, la gran desconocida  y poco apoyada por las instituciones 

Valdeorras es una de las comarcas de mayor valor patrimonial y natural, sin embargo sigue siendo la gran desconocida.  Como núcleo turístico se sienten abandonados por la Xunta e incluso por los alcaldes de la zona. Están pendientes de un " geodestino"  que parece no llegar nunca. Es un escenario ideal para rutas de senderismo, pero carece rutas homologadas. Su gran riqueza mineral no posee las guías adecuadas, Como zona de exquisita producción vinícola, la ruta del vino y el cluster del turismo podria apoyar, pero no existe un acuerdo global de todos los alcaldes. El Camino de Invierno es otro reclamo, pero no se está viendo un resultado directo. La proximidad a la estación de Manzaneda es un gran atractivo, pero no se pone en marcha la innivación artificial que sería crucial. 

Valdeorras además cuenta con la gran ventaja: de estar rodeada de dos zonas de enorme afluencia turística, Ribeira Sacra y Las Médulas, Ambas cuentan con apoyos de la Administración y con la iniciativa privada. Por ejemplo Ourense y Lugo han trabajan en conjunto y han logrado estratosféricamente posicionar la Ribeira Sacra en el lugar privilegiado del que goza hoy.. Por ello, resulta más sangrante, este abandono. Valdeorras podría ser el enlace turístico y beneficiarse de ambas, pero no es así porque no existe una promoción adecuada, no se dedican los recursos que se dan a otras zonas ya mucho más posicionadas y que lo necesitan menos.

"O Pazo de O Castro" es una gran oportunidad  que nadie debería perderse para poder disfrutar de un entorno único y de vivir en un palacio con las comodidades de hoy. Pero sobre todo, es el resultado del tesón de una familia que no sólo ha conseguido recuperar para todos y para el Parimonio de Galicia un espacio histórico artístico, sino que, pese a la falta de apoyos, sigue aportando con ilusión su grano de arena al desarrollo de una comarca, que tal vez por su lejanía, ha sido durante décadas, injustamente olvidada. @mundiario

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