El rural gallego necesita las nuevas tecnologías

Conexión 5G. / Euroresidentes.
Conexión 5G. / Euroresidentes.
Hace falta que esté desplegada la infraestructura tecnológica que permita el acceso del rural gallego al uso pleno de las tecnologías avanzadas.
El rural gallego necesita las nuevas tecnologías

El medio rural en Galicia pierde población de manera constante y eso no ocurre a causa de una plaga bíblica, si no por razones objetivas que pueden y deben ser reconducidas desde el consenso de todos los agentes económicos y sociales.

Pautas de 1992 aun incumplidas

Pero este concurso de ideas no llegará a buen puerto sin el impulso decidido de las Administraciones que deben equipar de la normativa adecuada al sector, e impulsar presupuestariamente las reformas y mejoras de los mecanismos de producción y comercialización. En un informe del Parlamento Europeo de 1992 se afirmaba: 

“La idea de desarrollo rural debe ser enfocada como el proceso de revitalización equilibrado y autosostenible del mundo rural, basado en su potencial económico, social y medioambiental, y mediante una política regional y una aplicación integrada de medidas con base territorial por parte de organizaciones participativas.”

“Las políticas de desarrollo rural han de intentar hacer de las zonas rurales un lugar más atractivo donde vivir y trabajar. Un escenario donde puedan encontrar una vida mejor gentes cada vez más diversas de todas las edades. Invirtiendo el proceso de envejecimiento y despoblación de las mismas, a base de dotarlas de medios para que generen su propio desarrollo, se adapten a las nuevas circunstancias económicas y sean valoradas como merecen por el conjunto de la sociedad”.

En 2021, casi treinta años después, estas palabras siguen en plena vigencia y los deseos que expresan, siguen siendo eso: deseos. Las realidades y certezas esperan en un cajón. 

En las últimas semanas se viralizó en las redes sociales la historia de un rapaz de una pequeña aldea de Siberia, Alexei Dudoladov, de 19 años, estudiante de ingeniería quien, para poder acceder a la señal de internet con su móvil, y seguir sus clases universitarias durante el confinamiento, tenía que subirse a un abedul durante cuatro horas diarias, a más de ocho metros de altura, mientras soportaba diez grados bajo cero.

Galicia como Siberia

Esta historia tan lejana, y tan próxima, nos pone de manifiesto la importancia de la conectividad a internet y la telefonía móvil, en cualquier lugar y en cualquier momento para poder recibir servicios, en este caso en nuestro rural. Sean noticias, formación, servicios médicos, trámites administrativos, relaciones con los clientes y  proveedores, todo pasa  hoy en día  por poder conectarse con suficiente calidad a la red de redes. 

No obstante, en el rural gallego esto no siempre es posible, al carecer como en la aldea de Siberia, en el interior de Ourense, en la montaña de Lugo, en zonas de sombra de la cobertura, de la infraestructura física que permite una conexión de calidad para desarrollar tareas que ya son cotidianas, y obligatorias en las explotaciones para relacionarse con la Administración.

Para una explotación de carne o de leche puede ser una pesadilla bajar un formulario electrónico para dar de alta un ternero, enviar un correo electrónico, conectarse a una aplicación online para relacionarse con proveedores, o para que un hijo siga una clase a distancia en tiempos de movilidad reducida. 

El campo en el mundo está experimentando la misma revolución tecnológica que el resto de la sociedad y sectores productivos. Los avances en la aplicación de la robótica en las explotaciones, en la mecanización agraria y forestal, de la visión artificial, de la inteligencia artificial para detectar el momento óptimo de una cosecha. O para optimizar la necesidad del riego, identificar problemas fitosanitarios y aplicar tratamientos, o la dosis correcta de fertilizantes. Todo esto está sucediendo con una velocidad de vértigo.

La imprescindible infraestructura tecnológica

Hace falta que esté desplegada la infraestructura tecnológica que permita el acceso del rural gallego al uso pleno de estas tecnologías. Que permita el desarrollo profesional, y a las familias del rural una inserción plena en la sociedad tecnológica del siglo XXI. Y para ello las Administraciones deben tomar las medidas precisas para que esto sea realidad en la Galicia de la dispersión poblacional, de los 33 mil núcleos de población.

Esto solo podrá lograrse si la clase política se convence de la principal máxima del Desarrollo Rural: “lo barato sale caro”, con la que se quiere expresar que al final resulta siempre más socialmente oneroso, asumir la factura de la inacción en las inversiones que permiten asegurar la viabilidad del rural, que hacer las inversiones precisas en tiempo y forma.

Evitando su abandono, y el coste medio ambiental, de los fuegos, de la pérdida de biodiversidad, de los problemas de la erosión y de la gestión territorial, problemas todos que acaban saltando del rural y llegando a los entornos urbanos más pronto que tarde.

Hay que comprometer a los principales operadores de telecomunicaciones en este compromiso, imponiendo el deber de desarrollar estas infraestructuras de manera compensatoria en los concursos o concesión administrativa en las redes de telecomunicaciones que se desplieguen en Galicia, cuando se liciten lotes de servicios muy rentables en las áreas urbanos.

Igualmente comprometerse a usar de forma paralela los recursos de los Fondos Estructurales de la UE para cohesionar también en materia de telecomunicaciones a Galicia rural y la urbana, evitando la existencia de las “brechas digitales” cada vez que se despliega una nueva tecnología en el territorio, como es ahora el caso de la tecnología 5 G.

Unificar la velocidad de desarrollo de toda la Sociedad gallega

El funcionamiento deficiente y la escasa oferta de servicios públicos en el medio rural está consolidando una Galicia de dos velocidades. Temas como el acceso a una sanidad con presencia de especialidades médicas, el transporte adaptado la realidad geográfica y demográfica, las nuevas tecnologías como la banda ancha o la telefonía móvil, o hasta la posibilidad de acceso a la cultura y al ocio, son claros exponentes de la realidad deficitaria del medio rural

Del mismo modo hay que hablar de la educación y del número muy importante de personas que no tienen estudios especializados, y de que muchos de ellos solamente cuentan con estudios primarios o graduado escolar: lo que limita su camino para encontrar nuevas oportunidades de empleo. Si queremos atraer población al entorno rural evitando el envejecimiento y la despoblación del rural, tenemos que apostar por la calidad de vida a través de la creación de empleo y la puesta en marcha de servicios y dotaciones.@mundiario

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