La TVG archiva el expediente a la periodista que criticó ante Feijóo un control informativo

Tati Moyano e Alfonso Hermida reclamaron a dignidade dos medios públicos. / Twitter
Tati Moyano y Alfonso Hermida durante una protesta. / Twitter

La dirección del canal público gallego cierra el proceso sancionador contra la periodista Tati Moyano entre críticas al movimiento solidario con la periodista, que censura como "juicio político y mediático".

La TVG archiva el expediente a la periodista que criticó ante Feijóo un control informativo

La directora de Recursos Humanos de la Corporación RTVG ha resuelto confirmar en su integridad la propuesta realizada por la instructora del expediente abierto a la trabajadora de la TVG Beatriz Moyano Debeça (Tati), por lo que "da por finalizado el expediente disciplinario" iniciado por la misma Dirección de RR. HH. con fecha 27 de julio de 2018. Han sido tres meses de tensa espera, porque el expediente incoado podría dar como resultado mínimo, en caso de prosperar, la suspensión de empleo y sueldo durante 16 días,  e incluso, en el peor de los casos, la rescisión del contrato laboral de Beatriz Moyano. Ha significado asimismo la baja médica de la conocida presentadora, fuertemente afectada por una decisión que nadie, empezando por  sus propios compañeros y un importante número de seguidores de la TVG, han entendido.

La instructora basa el expediente  en el hecho de que Tati –Beatriz Moyano– tenía concedido como día de asuntos propios el 22 de junio de 2018 y la trabajadora accedió esa misma jornada y por un período de algo más de dos horas a las instalaciones de su centro trabajo "sin maquillar ni peinar", y abandonó las instalaciones de televisión "tras haber sido maquillada y peinada en las dependencia de la CRTVG" sin  constancia de "consentimiento por parte de ningún superior jerárquico para la utilización de los servicios propios de maquillaje" de la propia Corporación. La misma instructora considera "probado y acreditado la irregular conducta de la expedientada".

La petición de un día de asuntos propios –la figura que se contempla en la administración pública, en la TVG y en cualquier empresa– por parte de Beatriz Moyano, Tati, fue motivada por su compromiso con la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para presentar la gala benéfica programada por la entidad. La propia instructora reconoce la existencia de una "representación de facto" de la CRTVG por parte de  Beatriz Moyano en el acto convocado por la AECC, pero  hace hincapié en que "la consideración sobre la prestación de servicios de personal de peluquería y maquillaje fuera de horario laboral es a título de amistad".

No fue invitada a este acto la Corporación de la RTVG, pero sí Beatriz Moyano como presentadora. Entre los presentes en el acto estaba el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En la gala, Tati vestía de negro y explicó someramente que lo hacía en solidaridad con sus compañeros de la radio y la televisión de Galicia inmersos, como continúa  sucediendo cada viernes desde hace meses, en la denuncia del supuesto control de los servicios informativos de ambos medios de comunicación por parte del Ejecutivo gallego. La respuesta de los órganos de dirección de la televisión de Galicia no fue otra que la apertura de un expediente que muchos compañeros vinculan a las acciones de protesta suscitadas, sobre todo, por el hecho del abandono del periodista Alfonso Hermida de la presentación del Telexornal a la que había accedido meses atrás, por no estar de acuerdo con ese supuesto control político de los informativos que él presentaba.

El sentido crítico de la protesta asumida por los órganos representativos de los trabajadores de la corporación y otras organizaciones sindicales y políticas, marca –y de qué manera– a Hermida y Moyano y, a la vista está, desde las más altas instancias de la RTVG no se considera mejor modo de cercenar esa protesta que valerse de cualquier medio para "castigar" a los "disidentes".

Esta vez le tocó a Beatriz Moyano, si bien la incoación del expediente disciplinario a la presentadora se ha quedado en un mero susto, tal vez porque las consecuencias de cualquier otra acción, desde mi punto de vista, no sería sino un ejemplo más de demostrar cómo los políticos consideran como sus "corralitos" unos medios de comunicación de los que en buena ley deben ser garantes en cuanto a la libertad de información y expresión, algo que solo ellos utilizan amparados en su condición de electos.

La audiencia de la radio y la televisión de Galicia también elige a "sus" presentadores. El Ejecutivo gallego sabe a quien tienen, pero no reconocen su valor como representantes de la libertad de informar. @mundiario

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