¿Será capaz Corina Porro de reconstruir el PP de Vigo?

Corina Porro. / Wikipedia
Corina Porro. / Wikipedia

Para empezar hay presentar caras nuevas. Parece que está en ello, y sobre todo, esa renovación será esencialmente con mujeres que aporten el frescor y el atractivo necesarios en todos los sentidos.

¿Será capaz Corina Porro de reconstruir el PP de Vigo?

Dadas las singulares características de Vigo que, sin ser capital de provincia, es la ciudad de mayor población de Galicia, y su mayor concentración industrial, con un hinterland fuertemente interrelacionado y un vivo debate político, con un activo movimiento vecinal, tanto en el casco como en el medio rural, tan característico, con todo esto, desde de toda la vida, el debate municipal, especialmente sus plenos, han sido casi una cámara parlamentaria. De ello se deduce que, por encima de lo habitual en otras urbes gallegas, la información municipal ha tenido un gran peso en la crónica diaria y escuela de un excelente periodismo. No es de extrañar que, respondiendo a esta sensibilidad, el pleno creara el Premio Luis Taboada, destinado a premiar la mejor en el periodismo municipal. Y no deja de ser curioso que este premio (que otorga un jurado, donde además de la representación de los grupos políticos estás las entidades viguesas, el movimiento vecinal y las instituciones locales) se active o suspenda, según le vayan las cosas al alcalde de turno. Ahora mismo lleva años sin convocarse. Es una evidencia. No hay controversia municipal.

En Vigo, dadas las sucesivas victorias de Abel Caballero, el debate municipal no reside en el pleno, donde la oposición tiene escasa presencia y poca posibilidad de plantearlo, sino en los medios que se hacen eco de las cuitas del PP y otros partidos. Abel ha logrado evitar la crítica a su gestión.

Con este panorama y su exitoso populismo –encabeza la cabalgata de Reyes, sale de telonero en los conciertos de Castrelos, canta y baila donde sea menester–, aparte de sus peculiaridades que tanto gusta al público (desde el “dinoseto” a la iluminación navideña) ha ido reduciendo la imagen de la oposición a unos menos invitados de piedra que se ha ido encogiendo hasta el presente.

Y nadie sufrió esa sensación de impotencia como Elena Muñoz candidata del PP a la Alcaldía de Vigo, quien no ha tenido otra salida digna, tras la derrota en las elecciones municipales (al pasar de siete a cuatro ediles) que renunciar a la dirección del partido en Vigo y a su acta de concejala.

La oposición interna

No deja de ser curioso que la única oposición real de a Caballero haya estado dentro del partido y del grupo municipal socialista. Se recuerda en este caso a la que fuera eficaz concejal de Educación y hoy miembro de la ejecutiva del PSOE de Galicia, la Doctora y maestra Laura López Atrio, la única persona capaz de cantarle a Caballero las verdades del barquero y oponerse a alguna de sus ocurrencias y a forma de gobernar. Pese al enorme reconocimiento en todos los ámbitos de sus competencias, Caballero prescindió de ella. De la calidad profesional, personal y humana de Laura López da prueba el respeto y las excelentes relaciones que mantenía con la oposición, dentro de un ejemplo de cortesía institucional.

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La socialista Laura López, la única mujer que se enfrentó realmente con Caballero.

La vuelta de Corina Porro

No cabe la menor duda de que, por su propia personalidad y experiencia, el PP no podía disponer de otra persona para reconstruir el partido y acercarlo de nuevo a los electores que la veterana Corina Porro. Esta enfermera, que fue alcaldesa entre el 2003 y el 2007, dejó un buen recuerdo como gestora. Ha sido tradicionalmente un valor de confianza de la derecha, como lo muestra su propio currículum hasta su presente empleo de presidenta del Consello Económico e Social (CES). Corina tiene un plazo cómodo para reagrupar el partido y recuperar votos, e intentar acercarse a aquellos tiempos en que logró 67.000 votos y trece actas de concejal, al borde de la plena mayoría.

Navegando por otros mares de la alta política gallega, su propio futuro político está vinculado al resultado de las elecciones autonómicas del 2020. Corina siempre ha ocupado puestos relevantes dentro del PP, incluido el de autoridad portuaria de Vigo, senadora o conselleira de Asuntos Sociales de la Xunta. Corina se fogueara como concejala en aquellos felices días en que Manuel Pérez obtuviera la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Vigo. En su haber ya padeció la experiencia de perder el gobierno de Vigo al no haber obtenido apoyos frente a la coalición de nacionalistas y socialistas.

Conviene recordar que hasta 2015, Caballero perdió dos elecciones municipales frente al PP, y sólo el pacto con los nacionalistas le proporcionó la alcaldía, que en las últimas elecciones volvió a ganar laminando prácticamente a la otra poderosa derecha. Antes de estas últimas, la ahora dimitida Elena Muñoz trató de contrarrestar el populismo de Caballero, preparando su programa a conciencia mediante una serie de reuniones de los diversos sectores sociales de Vigo, técnica que no fue suficiente para oponerse con un programa al arrastre de votos de Caballero.

¿Qué tiene que hacer Corina para intentar recuperar espacios para el PP? Pues aprender de Caballero y emprender la senda del populismo que ella misma practicó en otros días. Pero el camino es largo, pero tiene mucho tiempo por delante para instruir a otra mujer, eso sin duda, que pueda competir dentro de cuatro años por la alcaldía perdida.

Pero para empezar hay que reconstruir el partido con caras nuevas. Parece que está en ello, y sobre todo, esa renovación será esencialmente con mujeres que aporten el frescos y el atractivo necesarios en todos los sentidos. @mundiario

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