Tras romperse En Marea, Galicia en Común o la versión 3.0 del rupturismo a la gallega

Xosé Manuel Beiras. / La Tuerka
Xosé Manuel Beiras. / La Tuerka

Hay un nuevo escenario político. Unidas Podemos y Esquerda Unida, los padrinos de la nueva criatura política, dan por hecho que esta vez la Anova de Xosé Manuel Beiras, Martiño Noriega y Antón Sánchez se incorporará al núcleo duro de Galicia en Común sin reservas.

Tras romperse En Marea, Galicia en Común o la versión 3.0 del rupturismo a la gallega

Se consumó la ruptura de En Marea. La elección del senador en representación de la comunidad autónoma –al final salió Josñe Manuel Sande– fue el detonante, que no el causante, de una crisis que viene de lejos y que se parece bastante a la que desencadenó el fracaso de la Alternativa Galega de Esquerda (AGE), la precursora en Galicia de las confluencias nucleadas por Podemos. No por esperado ha sido un final menos triste y traumático. Deja en los actores del drama heridas muy profundas que incluso afectan al ámbito personal. Hay hasta un indisimulado resentimiento entre los que se consideran víctimas directas de una operación diseñada desde Madrid por el mismísimo Pablo Iglesias, al que nunca le gustó la fórmula gallega de confluencia. Y no menos resquemor en aquellos que confiaron en que el sector minoritario, el liderado por Luis Villares, aceptaría su derrota y tiraría la toalla en lugar de romper la baraja.

Lo paradógico de la un tanto disparatada situación es que, de momento, se quedan con la denominación de "En Marea" en el Parlamento gallego precisamente los que quieren liquidarla, mientras el hasta ahora portavoz del grupo que lleva ese nombre, el ínclito Villares, se reafirma en su propósito de mantener viva la "marca" con la que él y sus fieles piensan presentarse a las autonómicas del año que viene. Rebautizar el partido o crear  uno nuevo podría interpretarse como el reconocimiento público de un fracaso, amén de suponer un sobreesfuerzo que no viene al caso. Su intención es disputarle el electorado a quienes intentaron sacarlos de la circulación. 

Lo anunció el líder gallego de los "podemitas", Antón Gómez-Reino: después del verano nacerá "Galicia en Común", la versión 3.0 del rupturismo a la gallega. A ver si a la tercera va la vencida. Será algo más parecido a una coalición de partidos que a un frente o a una organización instrumental como fue en su día En Marea. Podemos y Esquerda Unida, los padrinos de la nueva criatura política, dan por hecho que esta vez Anova de Xosé Manuel Beiras, Martiño Noriega y Antón Sánchez se incorporará al núcleo duro sin reservas. En sus planes también está la incorporación a la confluencia de independientes de prestigio, de ideas rupturistas, sin adscripción ni trayectoria partidaria, pero con tirón social, cultural, sindical, etc. 

El objetivo de "Galicia en Común" es liderar el espacio situado a la izquierda del PSOE. dadas las circunstancias, no pueden aspirar ni aspiran a más. Ser la segunda fuerza es ahora mismo una quimera, con los socialistas gallegos beneficiándose del tirón de Pedro Sanchez -y del efecto del voto útil- y una la ley electoral que penaliza la fragmentación en el reparto de escaños. Su competencia directa es un Benegá claramente al alza, no lo que para entonces quede de En Marea, cuyas probabilidades de obtener representación parlamentaria son escasas, salvo que mejoren exponencialmente los resultados que obtuvieron en las generales del 28-A. Y eso sería un milagro, a no ser que determinados poderes fácticos estén por la labor aunque solo sea por evitar que Gómez-Reino y compañía puedan tener un papel demasiado relevante en un eventual gobierno alternativo al PP. Que ese riesgo sí existe. @mundiario

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