Reflexiones sobre la prostitución

Una imagen de la prostitución. / Facebook
Una imagen de la prostitución. / Facebook

La prostitución se configura como un fenómeno clave para entender las alianzas de poder entre el capitalismo y el patriarcado, alianzas que siguen provocando que para la mujer el mundo siga siendo un lugar hostil. 

Reflexiones sobre la prostitución

Pedir a un ser humano que no se disuada ante acontecimientos hostiles es complicado, pero pedírselo cuando día tras día, tras sobrecargas de violencia, sigue en pie, es demasiado pedir. Eso es lo que nos pasa a las mujeres, que desde que venimos al mundo transitamos por la vida tocando, en todo momento, terra incógnita.

Yo nací y me crié escuchando que la igualdad estaba ya conseguida, sin embargo, veo que los territorios y espacios de poder siguen siendo complicados para las mujeres, espacios a los cuales en muchas ocasiones no llegan ni se las espera. El talento femenino queda interrumpido cuando hablamos de élites políticas, culturales, económicas... y mi pregunta es: ¿Dónde se produce ese tijeretazo? El tijeretazo se produce en el momento mismo en el que nos dicen que la igualdad está conseguida, es en ese momento debido a que al pensar, inocentemente, que tenemos los mismos derechos y motivaciones que el varón, dejamos de luchar, dejamos de movernos porque pensamos que el mundo es justo para nosotras. 

La idea de igualdad es una idea ilustrada, radical pero al ver que aun hoy no está presente somos muchas las que no tenemos más remedio que oponernos a lo que hemos heredado porque todas las mujeres, en cualquier parte del planeta, somos supervivientes. En el caso de España, los años de dictadura y fuerte influencia de la iglesia han dejado aun hoy una carga importante de moralina en el pensamiento político y en la sociedad, no hay que olvidar que el franquismo hizo que todas las mujeres viviesen durante cuarenta años en una situación extra temporal, ajenas al resto del mundo. La dictadura en España fue la que fue y la religión no actuó aquí de forma distinta de lo que lo hizo en otras partes del mundo: la religión no es más que la sabiduría acumulada durante siglos en los que no era posible acumular sabiduría, transmite un tipo de saber anticuado, repleto de jerarquías viriles y su forma de actuar es prácticamente imposible de cambiar. El feminismo tiene que andar, aun hoy, de puntillas, como pidiendo permiso, o al menos eso parece, la mayor parte del poder sigue estando en manos masculinas y los hombres, en muchas ocasiones, se resisten a ceder espacios empleando la violencia. No son buenos los tiempos que nos ha tocado vivir, son tiempos de lucha en los que la democracia es frágil. 

Las sufragistas, esa clase de mujeres que se mantuvieron en pie, golpe tras golpe, nos regalaron mucho más que su sangre, sus lágrimas y el derecho al voto; lucharon arduamente para conseguir la desregularización de la prostitución. Algo que hoy en día se ve natural, de lo que se habla sin demasiado juicio, pretendiendo regularizar algo que ha costado mucho a tantas mujeres... no logro entender cuáles son las razones para que en un momento de libertad sexual de mujeres y hombres, un momento en que no tenemos la dura represión franquista o de la Iglesia la prostitución es cada vez más deshumanizada y violenta (si es que alguna vez dejó de serlo) y la trata de mujeres llega a superar económicamente al tráfico de armas...vno logro entender las razones por las que se quiere regular la compra de sexo pudiendo tenerlo gratis... tal vez porque el deseo oculto del patriarcado, en sociedades en las que hipotéticamente la mujer tiene libertad sexual, es la sumisión: cuanto más libres somos más atadas nos desean. 

Las razones por las que la prostitución existía en el siglo pasado y las razones por las cuales existe en este siglo son diferentes, pero si es cierto que el patriarcado sigue usando los mismos recursos: quien puede comprar puede tener. Muchas personas hablan de regular la prostitución pero lo cierto es que esta ha estado regulada desde que el mundo es mundo: ha estado normalizada, a pesar de los abusos a los que somete a las mujeres. 

Tal vez habría que empezar a investigar lo que realmente buscan los consumidores de sexo, los resultados probablemente serían reveladores: tal vez no busquen sexo, solo busquen estigmas, ilusión de sumisión, de poder, la ilusión de disponibilidad absoluta. Como señala Rosa Cobo, "hablar de voluntariedad en la prostitución es un sarcasmo". El viejo mundo representó el negocio, casi artesanal, de la prostitución; la actualidad muestra algo muy diferente: industria global, de funcionamiento neoliberal con un nivel de beneficio económico mayor incluso que el tráfico de armas o que el de varias grandes empresas juntas. 

La novedad que nos trae este siglo es la fusión de los intereses capitalistas y el patriarcado, la prostitución es mercantilización del cuerpo femenino y estigmatización de millones de mujeres y de su sexualidad y proyectos de vida, que quedan interrumpidos mientras varones de todos los niveles socioeconómicos acceden a sus cuerpos, casi en una orgía de colonialismo sexual

Las mujeres podemos construir el mundo, mejorarlo, a pesar de lo impredecible que resulta la vida y de que nuestro papel en el no es principal, las mujeres podemos hacerlo porque hemos entendido que incluso cuando nos atacan, aprendemos. @mundiario

 

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