Reaparece el fantasma de la fusión de la cajas

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. / Xunta
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. / Xunta
El diputado Antón Sánchez, que ahora deja O Hórreo, recibirá los documentos de la fusión de las cajas que tan insistentemente reclamaba.
Reaparece el fantasma de la fusión de la cajas

El Parlamento debe a los gallegos un dictamen que contribuya a despejar al menos unas cuentas de las muchas dudas que dejó sembradas la fusión de las cajas. La comisión de investigación creada en 2012 se cerró en falso. No llegó a poner negro sobre blanco sus conclusiones a cerca del proceso de integración financiera del que nació la efímera Nova Caixa Galicia y que culminó con la bancarización de la entidad y su posterior venta al grupo venezolano Banesco, que en 2014 la rebautizó como Abanca. El Partido Popular aceptó investigar, pero no demostró un especial interés en llegar al fondo de tan espinosa cuestión. Por eso paralizó los trabajos de la comisión durante varios años, hasta después de las elecciones autonómicas de 2016. Quería enfriar un debate que todavía estaba demasiado vivo. Solo aceptó reabrirla para redactar un informe final, que aún está pendiente, porque la oposición sigue reclamando, sin éxito, más papeles y nuevas comparecencias a la luz de acontecimientos posteriores, incluidas varias decisiones judiciales.

Ahora el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia acaba de condenar a la Xunta por ocultar información sobre la fracasada fusión, auspiciada y bendecida por Feijóo, que supuso "de facto" la desaparición de Caixa Galicia y Caixanova. El Gobierno gallego se negó a facilitar al diputado rupturista Antón Sanchez documentación que él consideraba relevante para conocer las interioridades de aquel proceso sobre el que a su juicio se ha extendido un manto de opacidad para evitar que se descubra "la mayor estafa de la historia económica de Galicia". El entonces parlamentario de AGE reclamaba la propuesta de fusión redactada por la entonces conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, y el acta de la reunión de secretarios xerais previa al Consello de la Xunta que dio luz verde a la controvertida fusión.

Dice el presidente que, como no hay nada que ocultar, el diputado Sánchez, que ahora deja O Hórreo, recibirá los documentos que tan insistentemente reclamaba. Don Alberto asume que, en vísperas del 12-J, el rupturismo tratará de resucitar el debate sobre la idoneidad de aquella decisión que en su día tomó la Xunta, a pesar de las reticencias del Banco de España, que sin embargo no la vetó, si bien puso algunas condiciones que dejaron claro que más que la proclamada integración en pie de igualdad aquello fue en realidad una absorción de Caixa Galicia por Caixanova. Una operación en la que el pez más pequeño engulló al grande, aunque ambos acabaron pereciendo. En San Caetano sostienen que los documentos reclamados carecen de la trascendencia que se le atribuyó con su reclamación vía judicial. Incluso sugieren que pudo tratarse de un simple error, ajeno al propósito de ocultar datos a la oposición.

A pocos días de su cuarta victoria electoral, Feijóo duerme tranquilo. Pocas cosas podrían quitarle el sueño y desde luego entre ellas no está la fantasmagórica reactivación del debate sobre la fusión de la cajas. A su entender, el asunto está políticamente amortizado. El tiempo hizo su trabajo. Es un sector muy minoritario de la población el que sigue considerando aquella decisión un error político y un fiasco que debería figurar con grandes números en el debe de la gestión económica de la Xunta. Y ya casi nadie recuerda que los restos de la entidad fusionada fueron apresuradamente vendidos al capital venezolano a precio de saldo (algo que por cierto no se decidió en Galicia). Entre quienes sí lo tienen presente son franca mayoría los que creen que, aunque fuera de carambola, al final la cosa no salió tan mal. Bien mirado, Galicia cuenta con un banco propio, Abanca, con raíces en la tierra y sede social en Betanzos, que ya es la séptima entidad bancaria española. Y subiendo... @mundiario

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