Un PSdeG - PSOE recompuesto y orgulloso de haber gobernado

Gonzalo Caballero. / V
Gonzalo Caballero. / V

En más de una ocasión Gonzalo Caballero afirmó que el Pesedegá, lejos de avergonzarse, debe reivindicar su gestión al frente de la Xunta, en las dos breves etapas, en los ochenta y los dos mil.

Un PSdeG - PSOE recompuesto y orgulloso de haber gobernado

Es lo que tiene la política: que los acontecimientos se suceden a velocidad de vértigo y lo que hoy es negro mañana puede ser blanco o simplemente gris. Hace apenas unos meses, el PSdeG - PSOE aparecía ante la ciudadanía gallega abierto en carne viva. Las primarias para elegir al nuevo secretario general abrían el partido en canal, con dos sectores, más o menos representativos del "sanchismo" y el "susanismo", enzarzados en una durísima batalla que acabó ganando con claridad Gonzalo Caballero, el sobrino –y sin embargo por entonces enemigo íntimo– del alcalde de Vigo. No es que a día de hoy aquellas heridas hayan cicatrizado por completo; sin embargo, los socialistas gallegos están siendo capaces  de ofrecer una imagen de integración o al menos de no beligerancia que les ha de permitir, con el tiempo, recuperar el liderazgo de una alternativa necesariamente plural a la hegemonía del PP.

El acto conmemorativo del "Vintecinco de xullo" que el PSOE gallego convoca tradicionalmente en Rianxo, la cuna de Castelao, evidenció una unidad, que no parecía impostada, entre representantes de las distintas sensibilidades que conviven en el seno de una organización que, también ahora y por primera vez en mucho tiempo, recupera con cierto orgullo las etapas en que cogobernó Galicia. Tal parece ser el sentido de la presencia y la participación activa en el homenaje socialista al fundador del galleguismo del expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño. El hecho llamó la atención de muchos observadores, tal vez por la relevancia de la fecha, si bien no fue el primer gesto de este tipo desde el último congreso regional.

En más de una ocasión Gonzalo Caballero afirmó que el Pesedegá, lejos de avergonzarse, debe reivindicar su gestión al frente de la Xunta, en las dos breves etapas, en los ochenta y los dos mil, en que la derecha perdió el control de San Caetano. Y ha de hacerlo por dos razones: para recordar que es posible, aunque no sea fácil, "derrotar" al PP y que deben ser los socialistas quienes, como fuerza más votada de la oposición, capitaneen el proyecto de cambio. Este puede ser un buen momento, si las próximas elecciones autonómicas coinciden con un presidente socialista en La Moncloa. Siempre que históricamente se ha dado esa coincidencia, al partido del puño y la rosa le ha ido bien en Galicia.

El protagonismo de Touriño en el acto de Rianxo pretende, además, según el círculo de confianza de Caballero, dejar claro que el nuevo líder quiere reconectar al PSOE galaico con el galleguismo de orientación federalista que le imprimió Don Emilio en su larga etapa como secretario general, a través de la factoría de propuestas y programas "Iniciativas 21" y de otros foros de pensamiento. Está en gestación un nuevo "think tank", en forma de fundación, que suministrará munición ideológica a la organización con el objetivo de ganar la batalla de las ideas, sobre todo –aunque no solo– en el ámbito de la izquierda. El Pesedegá quiere empezar por llevar la iniciativa por el cambio con una estrategia propositiva cuyo primer objetivo es, o deber ser, concienciar a los gallegos de que gobernar es mucho más que gestionar. @mundiario

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