Principio de solución política para remodelar el Puerto interior de A Coruña

Vista aérea del puerto de A Coruña. / Mundiario
Vista aérea del puerto de A Coruña. / Archivo

Si el Ministerio de Fomento fuerza el cambio de posición de la Autoridad Portuaria en el sentido expresado por el Delegado del Gobierno, buen conocedor del problema por su anterior responsabilidad como Alcalde, la Xunta de Galicia estará en una posición muy difícil para aislarse.

Principio de solución política para remodelar el Puerto interior de A Coruña

Tras su entrevista con el Alcalde coruñés, el nuevo Delegado del Gobierno ha expresado que la ciudad debe liderar el proceso de transformación de los muelles desafectados. Esa posición, que refleja la nueva actitud del Ministerio de Fomento del que depende el puerto coruñés, es la que ha venido defendiendo MUNDIARIO. De esta forma Ayuntamiento y Ministerio se alinean en la búsqueda de una solución bien distinta de la que venía defendiendo la Xunta con el apoyo de Puertos del Estado y de la Autoridad Portuaria coruñesa. Ahora será necesario que esta última aclare su posición.

El pasado fin de semana se conocía que el puerto coruñés había encargado un nuevo proyecto de remodelación al urbanista Joan Busquets, quien ya había elaborado los estudios previos al Plan de Urbanismo de la ciudad. Lo sorprendente es que ese encargo se ha hecho a espaldas del Ayuntamiento mostrando así que por el momento la Autoridad Portuaria mantiene su propia estrategia de alineamiento con los intereses de la Xunta y del Grupo Municipal del PP, como ha demostrado en algunos conflictos públicos. Intereses, cabe recordar, que incluían la venta acelerada de las instalaciones desafectadas.

El Ayuntamiento por su parte acaba de anunciar que convocará un concurso de ideas. Es decir que llegaremos a las elecciones municipales de 2019 sin haber avanzado en absoluto. Un cuatrienio perdido a pesar de la relevancia que todas las instituciones reconocen al proceso de creación de una nueva fachada marítima. Y sin que se haya creado ni una sola estructura de encuentro formal entre las distintas Administraciones. A diferencia de otras ciudades que han abordado procesos similares, A Coruña no ha tenido la suerte de tener al frente de las principales instituciones a dirigentes capaces de actuar con visión de futuro. La estrategia electoral y cortoplacista ha dinamitado los acuerdos.

La relativamente baja articulación de la sociedad civil no facilita el surgimiento de un movimiento de presión que fuerce un cambio de actitud de las instituciones como ha ocurrido en otros momentos de la historia de la ciudad. Sólo los medios de comunicación han venido prestando la atención que merece una operación tan relevante. Gracias a ellos los ciudadanos han podido formarse una opinión.

Los próximos meses serán decisivos. Si el Ministerio de Fomento fuerza el cambio de posición de la Autoridad Portuaria en el sentido expresado por el Delegado del Gobierno, buen conocedor del problema por su anterior responsabilidad como Alcalde, la Xunta estará en una posición muy difícil para aislarse. Será un buen momento para conocer la disponibilidad financiera del Gobierno autónomo que prometió la compra de suelo portuario por valor de 20 millones de euros. Urge constituir una entidad consorciada que lidere los trabajos sin perjuicio del oportuno debate social.

No es el único problema relevante de la ciudad que permanece paralizado: la estación intermodal, la finalización de la Vía Ártabra, la ampliación de Alfonso Molina o la industrialización de la antigua Fábrica de Armas, son operaciones donde también se necesitan acuerdos interinstitucionales. El cambio de Gobierno estatal ha abierto una escenario bien distinto que convendría aprovechar cuanto antes, sin aguardar a momentos electorales que inevitablemente retrasan el funcionamiento de las Administraciones. @mundiario

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