El PP gana y soplan vientos de cambio en España
Los gallegos votaron en clave local y premiaron a gobiernos que gestionaron bien sus concellos. Es el caso de Vigo, aunque Caballero pierde apoyos, y de otras poblaciones. Por el contrario, en Ferrol castigaron al alcalde Mato otorgando el gobierno a José Manuel Rey, candidato del PP.
La noche electoral deparó dos grandes sorpresas. En Ourense ganó las elecciones Democracia Orensana, algo difícil de explicar conociendo el caos de la legislatura anterior. Probablemente una explicación está en que PP y PSOE presentaron candidatos del pasado en lugar de ofrecer a Ourense la savia de nuevos alcaldables.
La gobernabilidad de la ciudad pasa por una alianza PP-PSOE-BNG, un tripartito casi imposible, o por un gobierno de Pérez Jácome en minoría, que no lo tiene fácil con tres partidos enfrente confabulados contra él. Va a ser una legislatura muy compleja que se puede aclarar un poco si Jácome tiene la llave de la Diputación y se le ocurre “sortearla” entre PP y PSOE.
La segunda sorpresa es el sorpasso del BNG en Santiago que refuerza a los nacionalistas y colma sus expectativas. Gobiernan en Pontevedra -aunque Lores pierde apoyos- y son imprescindibles para gobernar en A Coruña y Lugo. La dimisión de Bugallo es un gesto de dignidad política que le honra.
El triunfador de las elecciones es el Partido Popular que gana 192 de los 3013 concellos. Alfonso Rueda mejora los resultados de 2019, lo que refuerza su posición y la de su partido de cara a las generales de diciembre y las autonómicas del año que viene. Claro que los votos adjudican concelleiros, pero no dan gobiernos y el PP, que gana en cinco ciudades, solo gobernará en Ferrol.
El PSdeG-PSOE mantiene los gobiernos de A Coruña y Lugo con pactos con el BNG, pero queda dicho que pierde Santiago y Ferrol y apoyos en toda Galicia. Valentín G. Formoso baja en As Pontes y el partido queda malparado para las generales y para las autonómicas y tiene un problema añadido, una bicefalia que han de gestionar.
En clave nacional, el PP arrasa en Madrid, recupera las autonomías de Valencia, Aragón La Rioja, Murcia, Extremadura y Baleares y domina en Andalucía con Sevilla como joya de la corona. Algo tendrá que ver el “efecto Feijoo”. El PSOE sufre un severo castigo por el desgaste, las mentiras y los pactos de Sánchez y las elecciones constatan también la muerte de Ciudadanos, el declive de Podemos, la consolidación de Vox y el colapso del “procés”.
Ganar las municipales siempre fue premisa de partida para ganar las generales. Veremos. Lo cierto es que desde la noche del domingo soplan vientos de cambio en España. @mundiario
