¿En qué país viven los parlamentarios gallegos?

Parlamento de Galicia. / Mundiario
Parlamento de Galicia. / Mundiario
Ahora mismo está cayendo la tormenta perfecta sobre muchas empresas del tejido industrial gallego y ellos se entretienen en el Parlamento preguntando si el PP pactará con Vox el próximo año.   
¿En qué país viven los parlamentarios gallegos?

Tengo poca fe en las sesiones de control al Gobierno que se celebran en el Parlamento gallego. Concebidas para que la oposición fiscalice la gestión del ejecutivo -una de sus funciones esenciales- y denuncie incumplimientos y desviaciones, los “cara a cara” del presidente con los portavoces de la oposición no cumplen con ese objetivo. Hay días que son como un “divertimento político” de sus señorías sobre asuntos que preocupan poco o nada a los gallegos y acaban en duelos dialécticos que no alcanzan el nivel de las trifulcas tabernarias.

En la sesión del miércoles pasado la oposición en bloque se lanzó a degüello sobre el presidente de la Xunta reprochándole los pactos de su partido con Vox en Madrid y Andalucía, que los portavoces interpretan como la señal de que el PP acabará pactando en Galicia con el partido de la extrema derecha.

Es normal que la oposición busque erosionar a Feijoo y al PP de Galicia y que para ello utilice todas sus armas, entre ellas esta sesión en la que el objetivo era posicionar al presidente y al partido que le apoya al lado de socios poco recomendables. Está en su legítimo derecho.

Pero en este momento y a diez meses de las elecciones, ¿creen sus señorías que la gran preocupación de los gallegos es que el PP llegue a algún pacto de gobierno con Vox después de las votaciones del año que viene? ¿No tienen otros asuntos sobre los que preguntar al Gobierno?

Ahora mismo está cayendo la tormenta perfecta sobre Meirama, As Pontes, Navantia,  Alcoa San Ciprián -Comisiones Obreras anunciaba en Ferrol una manifestación para poner freno a la debacle industrial de Ferrolterra-, Barreras y Vulcano. Pesan severas amenazas sobre Reganosa, Gamesa en As Somozas, Isowat A Coruña, Ence y otras empresas, incluidas muchas auxiliares.

Con esta emergencia industrial, si los diputados creen que los trabajadores de estas compañías, los miles de parados, los jóvenes y adultos precarizados, los autónomos que las pasan canutas, las familias que no llegan o llegan con dificultades a fin de mes, están preocupados por el pacto entre el PP y Vox, deben hacérselo mirar.

Hay que señalar que el futuro de muchas de las empresas citadas escapa a las competencias del ejecutivo gallego y eso debería obligar a los parlamentarios a preguntar y debatir, a sumar iniciativas y personarse unidos ante el gobierno central y ante las propias empresas para salvar estas “bolas del partido” de la industria gallega, igual que para reclamar el AVE en plazo y la deuda pendiente, que condicionan y determinan el futuro de Galicia.

Pero debe ser más rentable políticamente y más cómodo especular desde la confortabilidad del escaño sobre un futurible que ocuparse de los muchos problemas que preocupan a la gente. ¿En qué país viven los diputados gallegos? @mundiario

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