Paco Vázquez, un político difícilmente clasificable, que siempre fue por libre

Francisco Vázquez con Beatriz Mato y Alberto Núñez Feijóo. / RR SS
El ex socialista Francisco Vázquez con Beatriz Mato y Alberto Núñez Feijóo, del PP. / RR SS
Se dice que Vázquez, cuando se dio –o le dieron– de baja en el PSOE, se dejó querer primero por la UPyD de Rosa Díez y después por los Ciudadanos de Albert Rivera. A día de hoy no está demasiado lejos del PP de Feijóo.
Paco Vázquez, un político difícilmente clasificable, que siempre fue por libre

A sus 73 primaveras Paco Vázquez está en plena forma. No parece que lleve años alejado de la primera línea política. El otro día, en la concentración de María Pita en defensa de la Constitución, el exalcalde de A Coruña pronunció un enfervorecido discurso –más bien una arenga– en el que defendió la unidad de España, atacó a los nacionalismos, tachó de delincuentes a los políticos catalanes presos para terminar reivindicando la bandera de España como la madre de todas las banderas. Pocas horas después de la exhumación de Franco, subrayó que el gran logro de la Transición democrática fue la reconciliación entre españoles dejando la Guerra Civil en las bibliotecas y mirando al futuro. De ese modo dio a entender que no comulga con decisión del Gobierno Sánchez de sacar al dictador del Valle de los Caídos.

Vázquez partía con la ventaja de un público entregado. Los asistentes eran su amplia mayoría "vazquistas" devotos y gente de orden, entrada en años, que venía a constituir una muestra representativa de los coruñeses que durante casi dos décadas, ideologías al margen, le otorgaron el respaldo con el que desempeñó la alcaldía herculina. Claro que la concurrencia seguramente no esperaba de él una intervención tan vehemente en fondo y forma, por más pública y notoria que sea su plena identificación desde hace tiempo con lo que para algunos son las posiciones del españolismo constitucionalista, las que encarnan Ciudadanos y el PP y algunos de los viejos y actuales "barones" socialistas que en su día se enfrentaron a Pedro Sánchez en aquel dramático proceso interno que abrió el PSOE en canal.  

Durante su larga trayectoria institucional, Paco Vázquez fue evolucionando desde planteamientos federalistas hasta abrazar un ferviente nacionalismo español. El suyo ha sido un proceso de evolución ideológica inverso al que siguió su admirado Manuel Fraga, que de recelar de la descentralización autonómica pasó a defender desde la presidencia de la Xunta posiciones fervientemente autonomistas como aquella idea de la "administración única", encomiada por el pujolismo y el mismísimo PNV. El exembajador de España ante el Vaticano, católico militante, lleva ya un tiempo defendiendo que se puede ser socialista sin militar en el PSOE y socialdemócrata/liberal a la vez que patriota español. Y no encuentra incoherente defender la actual monarquía española desde un republicanismo sentimental.  

Se dice que Vázquez, cuando se dio –o le dieron– de baja en el PSOE, se dejó querer primero por la UPyD de Rosa Díez y después por los Ciudadanos de Albert Rivera. A día de hoy no está demasiado lejos del PP de Feijóo. Sin embargo, Don Paco es un político difícilmente clasificable, que siempre fue por libre. Lo suyo es la transversalidad llevada a las últimas consecuencias. Una coherencia personal e intransferible, que le hace ser fiel solo a sí mismo, al tiempo que le impide abrazar un único ideario o asumir la disciplina de una formación política. Ahora solo podría ser –y de alguna manera ya es– el único líder de un partido único: el Partido Vázquista. @mundiario

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