La nueva política forestal de la Xunta de Feijóo, otro error para la economía gallega

Eucaliptos en Galicia.
Eucaliptos en Galicia.

Las medidas que pretenden reordenar el sector forestal gallego que acaba de aprobar el Parlamento, con el apoyo del PSOE, supone reincidir en una política de efectos catastróficos.

La nueva política forestal de la Xunta de Feijóo, otro error para la economía gallega

En 1991, Michael Porter publicaba “La competitividad de las naciones”, un trabajo derivado de un largo proyecto de verificación de los factores que hacían funcionar una economía. Esos factores, en síntesis, eran la acción integrada a lo largo de la cadena de valor y la aplicación continua de dos factores críticos: productividad e innovación.

Por aquel entonces, Porter ponía el ejemplo de Holanda y su primacía en el mercado de las flores. Hoy Holanda, con una superficie comparable a la de Galicia, es el segundo país exportador mundial de alimentos en términos de valor superado únicamente por Estados Unidos. Detrás de este éxito se encuentra la Wageningen University & Research considerada la institución de investigación agraria más importante do planeta.

El caso de los Países Bajos supone la constatación de lo acertado de la fórmula Porter: una economía basada en la cadena de valor de sus sectores productivos y la aplicación de innovación en cada fase de la cadena. El coste por hora trabajada en Holanda es un 60% superior al coste de España a pesar de los cual los Países Bajos son el quinto país con un saldo de la balanza comercial más positivo. En Holanda no hay despoblamiento rural, ni tampoco incendios.

¿Qué tiene que ver todo esto con la norma aprobada para reordenar el sector forestal de Galicia? Pues absolutamente todo. En Galicia solo cabe una política en su medio rural. Erradicar el eucalipto (dejar tan solo entre el 10-20% de la superficie actual), replantar especies autóctonas, recuperar terrenos para cultivo de productos agrarios y para ganadería extensiva, y apostar decididamente por el agroalimentario, lo que quiere decir apostar por la “agroindustria”, por la “agrotecnología”, por la “agroinnovación”. Es decir, la única política rural en Galicia capaz de promover su desarrollo es aquella que impulse el valor añadido de su producción.  

¿Cuál es el valor añadido del eucalipto? Mínimo. Se planta, se corta, se utiliza en su mayoría para celulosa, y la pasta se vende a empresas de fuera del país. Se acabó. ¿Cuál sería una cadena de valor generadora de riqueza? Crear un I+D especializado en el sector forestal, formar a técnicos capaces de mejorar la productividad de los árboles autóctonos, ampliar la superficie del árbol autóctono a costa del eucalipto, establecer una estrategia de producción de productos básicos y derivados, introducirse en los canales de distribución de carácter español e internacional y llegar hasta los distintos segmentos de mercado consumidores de tales productos. Es decir, lo que hacen Finlandia, Austria, Alemania, Suecia o Canadá, por poner solo unos ejemplos.

Hace apenas unos meses, el Comité Científico de Flora y Fauna Silvestres del Ministerio recomendaba por unanimidad incluir al eucalipto –en todas sus variedades– en el Catálogo Estatal de Especies Exóticas e Invasoras. Subrayaba la necesidad de llevar a cabo un seguimiento local y realizar medidas urgentes de erradicación. La nueva ley forestal de Galicia va justamente en la dirección contraria y prevé un aumento de la plantación del eucalipto. Con ello, se reincide en la miseria del rural gallego y en el deterioro trágico de su medio natural y de su paisaje. Un desastre. @mundiario

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