La emotiva despedida de Mario Conde al abandonar Galicia

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Mario Conde. / Facebook

Mario Conde, tras una década viviendo en Chaguazoso, A Mezquita, ha decidido abandonar Galicia y volver a Madrid. En una emotiva carta de despedida no explica las razones de su marcha, pero muestra un profundo agradecimiento a sus vecinos y cual hombre del Rexurdimento, incide en el binomio Terra-Pobo y en la fuerza telúrica de a Terra Nai.

La emotiva despedida de Mario Conde al abandonar Galicia

Al margen de consideraciones políticas, económicas o juicios de valor, el banquero y escritor Mario Conde (Tui, 1948) siempre ha exhibido y llevado a gala con rotundidad su identidad gallega, algo que le distingue de otros personajes mediáticos que comparten origen.

En sus entrevistas y programas de televisión ha llegado a hablar de su ADN biológico y cultural gallego y afirmar que “mi tierra, el lugar de donde vengo, explica mi modo de ser y de pensar”. Incluso podría decirse que se ha acercado a posturas nacionalistas. “Galicia es el único trozo de España que tiene todos los atributos de nación”. “Consideraciones geográficas, de acceso, climáticas, modos de pensar y de vivir la religión y el cristianismo, de aproximación a la dualidad vida/muerte…”

Esta semana, en su página personal de una red social, anunciaba su adiós definitivo a Galicia, tras una década viviendo en Chaguazoso, en el municipio ourensano de A Mezquita. Una misiva con un emocionante testimonio de gratitud a sus vecinos y toda una declaración de amor a Galicia.

De la gloria a la caída

Sería ininteligible el estudio de la democracia de los 80 sin los capítulos protagonizados por el escritor, abogado y ex banquero Mario Conde. Con un gran carisma, fue número 1 de su promoción de Derecho en la Universidad de Deusto y la nota más alta alcanzada nunca en unas oposiciones a Abogado del Estado. Fue el hombre de moda. Todo lo tenía… Nombrado doctor Honoris Causa, muy próximo a la Corona, y admirado por su gran atractivo entonces en el papel couche. Eran “días de Gloria”, título de uno de sus libros.

En el llegar joven a la presidencia de Banesto siendo un advenedizo en el cerrado y endogámico mundo de la banca, pudo estar su pecado original. Pasó a ser juzgado y encarcelado por escándalos financieros con acusaciones que, aunque él siempre ha rebatido con brillantez, no evitaron que cumpliera más años que muchos otros por idénticos delitos. Miles de páginas se han escrito sobre él, sobre su vida como financiero, su vertiginoso ascenso y su dolorosa caída por los problemas con la Justicia, los políticos y el Sistema.

Considerado el primer preso financiero del país, fue demoledor cuando en 2005, el Comité de Derechos Humanos de la ONU anuló sus condenas conforme al Tratado suscrito por España. Sin embargo, el Tribunal Supremo lo incumplió alegando que ese tratado no era vinculante para España, a pesar de que su texto decía literalmente lo contrario.

Del presidio salió un hombre renovado, cual catarsis espiritual que narró en su libro “Memorias de un Preso”. Su soltura narrativa y una prosa cuidada con gran capacidad de enganchar al lector le hizo ser éxito de ventas. Ambos libros se leían de un tirón, algo poco habitual en el género memorialístico que suele caracterizarse por su pesadez.

Curiosamente en estas memorias y de forma recurrente incidía en su galleguidad, y los diferentes capítulos aparecían salpicados de  alusiones poéticas históricas y existenciales a la tierra. Desde su nacimiento en Tui, de una madre que desde que nació le hablaba en galaicoportugués, su alejamiento adolescente de Galicia entre lágrimas: “Nos moriremos, porque sin lluvia seguro que te mueres”- decía a su hermana, Covelo, sus veraneos en playa América y por fin, Chaguazoso, donde Conde, acompañado por sus perros, encontró la paz. Allí basó su rutina en madrugar mucho, entrar en Twitter, contestar correos electrónicos, escribir artículos y leer temas de Historia, sobre todo de España y  Galicia.  

Gran conocedor de la Historia Medieval gallega, hizo protagonista de su novela non finita al rey García, el último rey de Galicia, tal vez por concomitancias con su persona. "Destronado vilmente y encerrado en prisión de por vida con más vileza si cabe", contó sobre García en sus tertulias políticas desconcertando a los que compartían su espacio.

Las descripciones paisajísticas de Chaguazoso y los sentimientos que le transmitía trasladaban al lector que sería su última morada. Ha sido su retiro durante hace una década y ahora sorpresivamente ha anunciado su intención de dejarlo para siempre y se ha despedido con una emotiva carta.  

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Casa de A Cerca.

Una llegada providencial marcada por un designio del destino

Mario Conde narra cómo halló de una forma providencial su casa de A Cerca. Un lugar mágico a los pies de la Ruta de la Plata en el Camino de Santiago y con el telón de fondo del Pico de los Tres Reinos, desde donde se divisan los límites de los antiguos reinos de Castilla, Galicia y Portugal.

Confiesa que su hallazgo le provocó una extraña sensación, cual designio del destino que le marcaba que era ese lugar y no otro en el que debía estar. Una vivienda, con amplia extensión de terreno, caballos, castaños milenarios, gallinero y huerta, protegida con altos muros de piedra, un idílico 'locus amoenus' fue su refugio, y que sintió desde el primer momento tan familiar como si hubiera morado allí en otra vida.

Adios a Chaguazoso

Su emotiva misiva no explica las razones que le llevan a dejar el pueblo, pero reconoce que la decisión de abandonar Chaguazoso ha resultado para él especialmente dolorosa. Y ha querido ofrecer una despedida formal y poética en la que destaca por encima de todo el agradecimiento a sus vecinos. Cual hombre del Rexurdimento, el binomio Terra e Pobo y A Terra Nai –el amor inmenso a Galicia–  subyacen en el relato.

“Diez años de vida con vosotros es muy simple: felicidad. Porque he sido feliz de recuperar mi dimensión gallega, de vivir nuestras costumbres, de recuperar a borbotones el idioma de mi madre, de cantar nuestros cantos, de beber nuestros vinos, de vivir ese sentimiento de comunidad sin distingos ni clases que nos caracteriza y que profesamos como un rito indeleble en nuestras celebraciones de Reyes, golpear rítmicamente las mesas en las que nos sentamos para comer y disfrutar de sentirnos lo que somos: personas que quieren a su pueblo, a sus tradiciones y a su bendito país que es Galicia”.

Reyes en Chaguazoso.Facebook

Mario Conde con amigos.

“Me he sentido en casa entre vosotros, en los amaneceres y ocasos, en las lluvias y en la solanas, en las nieves y en los fríos, en las blancuras del invierno y las cromías multicolores del otoño, capaces de hacernos sentir por dentro el amor por la Naturaleza que forma parte indeleble de nuestra alma gallega, porque la tierra no es para nosotros solo un lugar de esparcimiento, y ni siquiera de alimento y subsistencia, sino que va mas allá, porque Galicia es nuestra madre, el lugar del que venimos y al que algún dia regresaremos, con esa expresión tan de mi madre cuando se sentía morir y me comentaba: fillo, o corpo pide terra”.- son parte de las líneas de su carta.

Mario Conde no ha explicado las razones de su marcha, pero imaginamos que tendrá que volver a Galicia. Conde sabe que está impregnado de ese mal metafísico del alma gallega que solo encuentra la paz al final de la vida si sigue ese itinerario magnético espiritual que nos arrastra a morir donde nacimos. @galiciamundiari

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