Malestar en Cedeira por la decisión de la cofradía de pescadores de modificar el sistema de cuotas

Puerto de Cedeira. / RR SS
Puerto de Cedeira. / RR SS

Algunos armadores que pretenden trasladar a otros puertos la base de sus barcos culpan al que denominan "impuesto revolucionario" aplicado por la cofradía a instancias de su patrona mayor,  de "echarlos" de Cedeira.

Malestar en Cedeira por la decisión de la cofradía de pescadores de modificar el sistema de cuotas

La decisión de la cofradía de pescadores de modificar el sistema de cuotas  de sus socios y de descarga de pescados crea en Cedeira (A Coruña) malestar y preocupación entre los afectados, algunos de los cuales barajan la posibilidad de trasladar a Celeiro u otro puerto cercano la base de sus embarcaciones.

Esta situación coincide con la baja experimentada en la facturación del año pasado de la lonja, que pasó a ser de casi 7 millones de euros (con una reducción del 23,39% en el volumen de pescados y mariscos comercializados) debido especialmente a los desembarcos efectuados en otros puertos sin que los retornos se hubieran producido a la "rula" cedeiresa. La patrona mayor del pósito de Cedeira achacó el descenso, no obstante, a la reducción de la cuota de merluza, lo que obligó a los barcos de la volanta locales a dedicarse a la captura de caballa y bonito.

Las modificaciones acordadas por el pósito cedeirés generan problemas tanto entre los tripulantes (que han de hacer frente a una cuota mensual de 55 euros) como entre los armadores. Estos abonaban, hasta ahora, un 4% sobre el valor de las ventas realizadas en lonja. El porcentaje se ha reducido al 1% de la venta, pero se establecen bases de cotización en función de la eslora de la embarcación y el número de tripulantes, con lo que aquellos barcos que más o mejor pescan salen beneficiados, mientras que los que menos capturan -cuestión de sapiencia o suerte- han de hacer frente a cuotas de entre 750 y 800 euros mensuales  que, en la práctica, hacen irrentable el simple hecho de hacerse a la mar.

La medida fue adoptada, según la patrona mayor de la cofradía, después de amplios debates: al menos cinco reuniones del cabildo de la entidad, cuatro juntas generales  y una asamblea general en la que 200  socios tenían derecho a voto pero a la que no asistió ni la cuarta parte del censo, por lo que tan solo se pronunciaron 16 socios de la entidad.

Ante este panorama, algunos armadores que pretenden trasladar a otros puertos la base de sus barcos culpan al que denominan "impuesto revolucionario" aplicado por la cofradía a instancias de su patrona mayor,  de "echarlos" de Cedeira: "No quiere convocar una nueva reunión, a pesar de que sabe sobradamente que los que aceptaron su propuesta son una mínima parte de los socios del pósito. De este modo, un armador con más de 70 años se tiene que ir a Celeiro o a cualquier otra cofradía que me acepte porque aquí no se puede vivir".

La patrona mayor de Cedeira, Lucía Villar Martínez, afirma que la entidad que preside no puede  continuar "vinculada de manera tan dependiente de las ventas en lonja" y que la propuesta aprobada fue una de las tres presentadas, con el 1% de comisión de venta en lonja y cuotas de 55 euros para cada tripulante. "Gana la operatividad del sistema", alega.

De momento, tres armadores anuncian su marcha y todavía no saben si pasarán a formar parte de otros pósitos o, simplemente, se quedarán sin integrarse en ellos. Pero en Cedeira, aseguran, no van a continuar.

Los barcos van a menos en el puerto de Cedeira. Influye en ello la venta y el desguace de los mismos. Pero, además, no hay pesca y buen número de embarcaciones venden sus capturas sin declararlas o, simplemente,  mienten en relación con la pesquería de que se trata. Las ventas en la lonja se reducen sistemáticamente. "Todo es una trampa, aunque oficialmente no quieran reconocerlo", afirma uno de los patrones cedeireses.

Cariño, el puerto vecino, incrementa sus ventas en la lonja local, si bien se mantiene lejos, todavía, de las capturas subastadas en Cedeira. Pero Cedeira ve con disgusto cómo desciende sistemáticamente la venta de unos productos sumamente apreciados en toda la comarca. No sería de extrañar que se tomen medidas para evitar la venta masiva en lonjas que nada tienen que ver con la local. @mundiario

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