Gonzalo Pérez Jácome podría destronar a Abel Caballero como el alcalde más mediático

Risto Meijide y Gonzalo Pérez Jácome. / Cuatro
Risto Meijide y Gonzalo Pérez Jácome. / Cuatro

Las televisiones, pendientes de sus salidas de tono y en general de su peculiar forma de hacer política a medio camino entre el populismo y el espectáculo. Gonzalo Pérez Jácome es el alcalde inesperado: por sus ocurrencias lo conoceréis.

Gonzalo Pérez Jácome podría destronar a Abel Caballero como el alcalde más mediático

Mira por dónde a Abel Caballero le ha salido en Galicia un duro competidor. El flamante alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, tiene muchas posibilidades de destronar a su colega de Vigo a la hora de aparecer en las televisiones españolas y de medio mundo por sus ocurrencias, por sus salidas de tono y en general por una peculiar forma de hacer política a medio camino entre el populismo y el espectáculo. Su anticonvencional mensaje, unido al desencanto y el hartazgo de muchos ourensanos con sus dirigentes locales, ha llevado a Gonzalo Pérez Jácome a ser una especie de árbitro en la vida institucional de la ciudad. Un árbitro que al final, de carambola, por sorpresa, y con todo el desparpajo, se quedó con la pelota. Consiguió lo que siempre quiso y que los votantes le negaban: la alcaldía. 

Gonzalo Pérez Jácome va a dar mucho juego. De hecho, ya lo daba incluso desde antes de entrar en política. Propietario de una conocida tienda de instrumentos musicales, lleva años dando la nota. Dicen que su popularidad arranca con la puesta en marcha de una televisión local, donde, además de entrar en competencia directa con la emisora de La Región –el influyente periódico de la ciudad–, él y sus colaboradores se dedicaban a críticar al stablishment local y provincial.

En Auria TV también se emitían en bucle histriónicas tertulias, animadas por los efluvios del alcohol, que por eso mismo tenían una cierta audiencia. Algunos fragmentos de esos programas se han hecho virales en los últimos días por razones obvias. La tele ha sido y es el altavoz del partido de Gonzalo Pérez Jácome, Democracia Ourensana. En realidad nació para hacerlo alcalde.

Se le puede considerar a todos los efectos un friki de la política. No tiene clase, ni formación, pero tampoco dinero, ni un cierto prestigio social. Eso diferencia a Jácome de Caballero y, en otro plano, de los Jesús Gil o a Ruiz Mateos con los que algunos lo comparan como dirigente político, no ya atípico y a contracorriente, sino directamente antisistema. La "gente bien" de Ourense y los poderes fácticos no acaban de creerse que tienen de alcalde a semejante personaje. Y no ocultan su preocupación por lo que se les viene encima y no tardarán en reprocharle al PP haberle entregado el bastón de mando, cuando esa era la menos buena de las alternativas de gobierno en la ciudad de As Burgas.

Democracia Ourensana, un partido "apolítico", según sus promotores, que no es de izquierdas, ni de centro, ni de derechas, fue la tercera fuerza más votada por los ourensanos el 26 de mayo. Sin embargo, su carismático líder es ahora el primer edil -el alcalde inesperado- en virtud de un pacto que le permitió al popular José Manuel Baltar seguir presidiendo la Diputación Provincial. Un acuerdo que se cocinó en los despachos, a espaldas de los ciudadanos, y que por ello deja en evidencia al mismísimo Feijoo, partidario de regular por ley una fórmula que permita gobernar a la fuerza política preferida por los votantes. Sólo por eso, es comprensible que a Don Alberto le haya costado casi lo mismo asumir el cambalache de Ourense capital que tragarse un sapo... de los gordos. @mundiario

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