La incapacidad para limpiar las calles es solo una muestra de la falta de gestión de Inés Rey

Resultados de la búsqueda en Google de fotos de la basura en A Coruña. / Google
Resultados de la búsqueda en Google de fotos de la basura en A Coruña. / Google
Con los grandes proyectos paralizados, los pequeños ralentizados, el diálogo social roto y los conflictos internos constantes, uno de los principales proyectos de inversión es construir despachos en la Tabacalera.
La incapacidad para limpiar las calles es solo una muestra de la falta de gestión de Inés Rey

Las fotografías están en casi todos los medios impresos y digitales. Día tras día, la basura desborda en A Coruña los contenedores, inunda las aceras, con los embalajes barridos por el viento. Sucede tanto en las zonas comerciales como en los barrios, excepto en las calles principales de la capital provincial, en un sorprendente clasismo por parte de un gobierno socialista.

Tras un mes de conflicto encubierto en la empresa, el Ayuntamiento de A Coruña no ha conseguido encauzar el problema, pese a las reuniones discretas que ha mantenido.

El recurso a una empresa pública para sustituir a la empresa concesionaria tampoco ha resuelto el conflicto.

Mientras, el gobierno municipal de la alcaldesa socialista Inés Rey ha arrastrado una crisis saldada con el cese del titular de la principal concejalía, presiones sobre otras concejalas y destituciones de funcionarios, pero indiferencia hacia los problemas que le toca gestionar.

Tras tres años en el consistorio, el gobierno municipal, exclusivamente socialista pero apoyado en los asuntos principales por la Marea y el BNG, cosecha las críticas constantes de estos últimos, incluso más acerbas que las del PP, que sobre el papel es el partido encargado de liderar la oposición.

A los errores o deficiencias en la gestión de los servicios, los grupos que apoyan al PSOE añaden la denuncia del estilo autoritario de la alcaldía, el control absoluto ejercido por el titular de Hacienda, la falta de diálogo con los vecinos y con los colectivos sociales o el incumplimiento de la mayoría de los acuerdos.

A su vez, al menos dos partidos de la Oposición vigilan la tramitación o renovación de ciertas concesiones municipales, donde a menudo se observan intereses coincidentes.

La producción constante de imágenes con pies de foto favorables a la alcaldesa, producidas por los servicios municipales de prensa, ya no puede disimular que los ciudadanos no son bien recibidos en el Palacio Municipal de María Pita y que los pocos que lo consiguen no obtienen satisfacción a sus demandas, siendo derivados a menudo hacia un grupo de funcionarios políticos, poco o nada implicados en la resolución de los problemas. Unos y otros parecen más atentos a las batallas internas por el poder dentro del PSOE local, provincial, gallego, etcétera.

En definitiva, en A Coruña hay demasiada política para tan poca gestión municipal.

Los proyectos y la gestión

Con los grandes proyectos paralizados, los pequeños ralentizados, el diálogo social roto y los conflictos internos constantes, uno de los principales proyectos de inversión es construir despachos en la Tabacalera.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de A Coruña encara su último año de mandato fiando el futuro a la supuesta incapacidad del PP para designar un candidato o candidata creíble. El PSOE también aguarda que, en ausencia de mayoría absoluta en 2023, pueda seguir gobernando con el apoyo de otros partidos situados a su izquierda.

Entre tanto, la imagen de la ciudad en el exterior se aleja de la alcanzada en otros mandatos socialistas. Aunque la preocupación por lo que sucede en A Coruña ya se ha instalado en otros ámbitos del poder socialista, todo indica que, desde Ferraz, primará por ahora el respeto a la autonomía local. Se sabe lo que pasa en A Coruña, pero no se interviene.

Análisis comparativo

El mandato del único alcalde popular que tuvo A Coruña, Carlos Negreira, se caracterizó por la subordinación parcial a los intereses de la Xunta de Galicia, gobernada por Alberto Núñez Feijóo, con un balance de contadas realizaciones.

El mandato de Xulio Ferreiro, alcalde de la en su día exitosa Marea Atlántica, se saldó con un conjunto de buenos propósitos e incapacidad de gestión.

Parecía difícil empeorar los resultados de uno y de otro, pero la alcaldesa Inés Rey va camino de conseguirlo. Ponerle fin a su errática carrera solo está en su mano. @mundiario

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