Galicia debe adaptarse a los cambios climáticos con urgencia

Playa de Riazor. / Turismo de Galicia
Playa de Riazor. / Turismo de Galicia
Actualmente sólo los planeamientos recientes contemplan las repercusiones del cambio climático, y por lo tanto la mayor parte de los concellos carecen de una ordenación territorial adaptada a este riesgo.
Galicia debe adaptarse a los cambios climáticos con urgencia

Galicia debe adaptarse al cambio climático y este es un de los mayores desafíos que debemos afrontar como sociedad. El cambio climático es inevitable, ya ha comenzado, y es necesario una apuesta decidida de toda la sociedad, y especialmente de las instituciones, para ponerle freno.

El territorio gallego, en las últimas décadas, experimentó un fuerte proceso de urbanización que, en muchos casos, se hizo sobre terrenos poco adecuados, lo que derivó en situaciones de riesgo para la población y para los bienes materiales. Además, este proceso de urbanización acelerado tuvo efectos negativos tanto ambientales como paisajísticos. La actual crisis climática, con el aumento de fenómenos climáticos extremos, está agravando la vulnerabilidad de nuestro territorio.

El cambio climático y sus implicaciones presentan efectos que son en su gran mayoría negativos.  Entre sus impactos destacan: veranos más calurosos y secos, períodos largos de sequía, aumento del nivel del mar, más lluvias torrenciales y más frecuentes y alteraciones en el ciclo de las estaciones. Los efectos del cambio climático repercuten en nuestra salud, en la seguridad, en la economía, en los ecosistemas y en nuestra calidad de vida.

La redacción de este manifiesto tiene como objetivo poner el acento en la urgencia de tomar medidas y concienciar a las distintas Administraciones de la necesidad de tomar medidas que contribuyan a reducir la situación de vulnerabilidad.

Por tanto, desde el Colegio de Geógrafos de Galicia, demandamos medidas reales a todas las administraciones gallegas (Xunta, diputaciones y concellos). Medidas urgentes para reducir los impactos producidos por el cambio climático, y orientadas a incrementar la resiliencia de nuestro territorio.

Para una Galicia adaptada al cambio climático, a juicio del Colegio de Geógrafos, deberían ponerse en marcha las siguientes medidas:

1. Investigación sobre los impactos potenciales del cambio climático en Galicia. Aumentar el conocimiento del estudio de los microclimas presentes en nuestra geografía, y un análisis exhaustivo de los riesgos a escala municipal. Actualmente existen estudios genéricos de riesgos, por el que sería preciso un mayor nivel de detalle para, por ejemplo, disponer de cartografía a nivel municipal o inferior de las áreas con potencial riesgo de inundación, de la que carecen muchos ámbitos urbanos y periurbanos con evidencias constatables. Además, se debería delimitar las zonas y ámbitos más vulnerables a los riesgos climáticos (población, sectores económicos o ecosistemas).

2. Capacitación. Muchas entidades locales non disponen de personal formado para valorar el impacto en su territorio de los proyectos abordados, especialmente en relación al cambio climático. Desde el Colegio de geógrafos de Galicia demandamos que desde la Xunta y as diputaciones se promueva la formación y la promoción de estos perfiles dentro da administración local. Desde el Colegio de Geógrafos nos ponemos a disposición de las administraciones gallegas y de toda la sociedad para ayudarlas a afrontar este reto de valorar con criterios reales estas propuestas verdes o en espacios sensibles, y así conseguir que las iniciativas non se reduzcan a proyectos de lavado verde o “greenwashing”.

3. Coordinación. Las distintas administraciones deben coordinarse para maximizar la efectividad de las actuaciones de adaptación cara al cambio climático.

4. Ordenación territorial y urbanismo adaptado al cambio climático. Es necesario realizar una apuesta fuerte por la ordenación del territorio y un urbanismo de carácter sostenible. Actualmente sólo los planeamientos recientes contemplan las repercusiones del cambio climático, y por lo tanto la mayor parte de los concellos carecen de una ordenación territorial adaptada a este riesgo.

5. Primar acciones proactivas frente al cambio climático. Fomentar acciones que permitan hacer más resilientes nuestros territorios, especialmente nuestras villas y ciudades, mediante intervenciones que aumenten a capacidad de adaptarse a los riesgos climáticos. Por ejemplo: permeabilizando la trama urbana, liberando los espacios costeros y los cursos fluviales, revegetando nuestras ciudades, etc.

Las geógrafas y los geógrafos creemos que esta crisis puede ser una grande oportunidad para mejorar la ordenación y la gestión del territorio gallego. @mundiario

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