El verdadero Feijóo

Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
Medios de Madrid emplean en sus análisis los esquemas de la política nacional sin tener en cuenta que, de suyo, Galicia es sitio distinto.

Resulta pavoroso el desconocimiento que sobre el auténtico perfil de Feijóo y especialmente sobre el ecosistema político gallego evidencian estos días los principales medios de comunicación de ámbito nacional. La mayoría tiran de Google con descaro o se plagian unos a otros para acabar ofreciendo a sus lectores, oyentes o televidentes una imagen plagada de clichés, que tiende a simplificar una realidad más compleja y contradictoria de lo que aparenta. Y, lo que es aún peor, casi todos emplean en sus análisis los esquemas de la política nacional sin tener en cuenta que, de suyo, Galicia es sitio distinto. Lo es hasta el punto de que los parámetros con los que aquí operamos ni siquiera son mínimamente homologables a los que rigen en las demás nacionalidades históricas, entre otras razones porque en la comunidad gallega el nacionalismo, aunque siempre estuvo ahí, nunca ha sido mayoritario, mientras el PP, como partido institucional, emulaba al PNV o al pujolismo.

Los observadores habituales de la política gallega, los que la siguen día a día y la conocen de primera mano, coinciden en que Alberto Núñez Feijóo es una marca ganadora, pero  que la clave fundamental de sus éxitos está en la potentísima maquinaria electoral del PP de Galicia tanto o más que en su propio y creciente tirón personal. Los populares ganaron todas las elecciones autonómicas y generales, antes y después de Fraga (con la sola excepción de 2019) y es probable que las sigan ganando cuando ya no los lidere  un Feijóo que conquistó la presidencia de la Xunta, en 2009, fundamentalmente por los deméritos de sus adversarios, PSOE y Bloque, que le pusieron la victoria en bandeja con su indisimulado "bigobierno" y haciéndose la guerra entre ellos. Se confiaron al plus que da gobernar, además de menospreciar a su rival. Dos imperdonables errores.

Se le atribuye al nuevo líder in pectore del Partido Popular el mérito de haber frenado a Vox, al tiempo que se le presenta como un liberal conservador moderado y pragmático. En Galicia la ultraderecha no puso por ahora demasiado empeño en entrar, porque Feijóo era para ellos el menor de los males y porque su mensaje radical no prendió en una sociedad que recela de los extremismos y de la propia política en cuanto confrontación de ideas. Ciudadanos sí que asomó la cabeza, aunque sin entrar en el Parlamento gallego. Por el mecanismo del voto útil Don Alberto atrajo en los comicios autonómicos al electorado que en las generales apostaba por el partido naranja, que nunca llegó a disponer de una mínima estructura, cometiendo además el error de dar cobijo a demasiados rebotados y resentidos del propio PP, lo cual desvirtuaba en gran medida la idea fuerza de la nueva política. 

Con el tiempo hasta la derecha mediática madrileña caerá en la cuenta de que ha colaborado a situar en la cúspide del PP nacional a un político que rehúye el debate ideológico, a diferencia de Ayuso, que donde más cómoda está es en ese terreno. Feijóo llevó a cabo en Galicia, comunidad con una sociedad civil muy débil, una concienzuda estrategia de "despolitización" del debate público. Un planteamiento que aquí le dio espléndidos réditos y que sin embargo es difícilmente trasladable a la polarizadísima política española. El presidente de la Xunta nunca fue un político de raza, sino un tecnócrata que dudó y tardó en afiliarse al partido. Se ahorró el meritoriaje orgánico al entrar por arriba. Su figura fue creciendo y asentándose a base de un habilidoso ejercicio del poder y de la capacidad de gestión que otorga gobernar muchos años en mayoría y sin ataduras. A sus sucesivos triunfos electorales también contribuyeron lo suyo un PSOE en permanente catarsis, un nacionalismo por entonces desnortado y en ebullición y un rupturismo incapaz de gestionar el éxito. Sus oponentes hicieron casi de todo, menos verdadera oposición. @mundiario

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