La EGAP está llamada a tener un papel más relevante en la formación de los funcionarios
Los funcionarios públicos en Galicia engloban tanto los servidores públicos de la Administración propia de Galicia, que naturalmente son mayoría, como los funcionarios de la Administracion central, de las corporaciones locales y de las Universidades gallegas. Es en las provincias de A Coruña y Pontevedra donde más funcionarios trabajan, 64.570 y 44.928 respectivamente, mientras Ourense y Lugo cuentan con 19.722 y 18.682 empleados públicos. De este total de funcionarios en Galicia, el 58,5 % son mujeres. Un porcentaje de mujeres empleadas públicas que supera la media del Estado, gracias al empleo público femenino en la Xunta (65.197 mujeres y 28.171 hombres), porque entre los funcionarios que dependen de la Administración central la igualdad deja mucho que desear, ya que dos de cada tres de sus empleados son hombres: 19.086 frente a solo 7.921 mujeres, y ello al computar el personal militar en Galicia. En cuanto a las tres universidades públicas de Galicia también hay más hombres que mujeres, sobre todo entre el personal docente de carrera; ni siquiera en los dos campus más recientes en su creación se subsana esa diferencia discriminatoria. Jueces, magistrados, fiscales y letrados de la administración de justicia, principalmente, suponen sólo 856.
En lo que se refiere específicamente a la función pública de la Administración autonómica gallega, la nómima actual es de 87.315 empleados públicos. ¿Son muchos o pocos los trabajadores autonómicos al servicio de los ciudadanos de Galicia? Una vez olvidada aquella idea "fraguiana" de la administración única, hoy en día el avance hacia Administración digital de la mano de las nuevas tecnologías se impone como una nueva realidad por imperativo legal. De ahí que la visión con la que hay que abordar la problemática de la función pública en Galicia no sea la del número o la cantidad de los funcionarios, sino su capacitación y la calidad del servicio que prestan a los ciudadanos.
En 1996, escribía un articulo doctrinal en el número 189 de la Revista Foro Galego, en donde analizaba el proceso de reforma en nuestra función pública. Muchas de las consideraciones que hacía entonces siguen siendo hoy validas a la hora de completar ahora ese necesario proceso de reforma administrativa. Aquí tiene que jugar un papel más relevante la Escola Galega de Administración Pública, como centro especializado en la selección y formación del personal al servicio de la Administración pública de la comunidad autónoma de Galicia. La EGAP debe ser así el instrumento básico de la profesionalización de nuestra función pública. Fue creada ante las necesidades de consolidación de la entonces emergente Administración autonómica, y debe continuar por la senda de la reforma y modernización administrativa que logre proporcionar a la sociedad gallega el mejor servicio público. @mundiario