Un relevo en Podemos Galicia que podría lastrar a Luís Villares
Al actual portavoz de En Marea casi todos los que están en el ajo lo dan por amortizado. Todos menos él que, voluntarioso como pocos, no piensa tirar la toalla así como así.
Tone Gómez-Reino va a por todas. Sí, esta vez va a por todas. Tone quiere ser el nuevo líder de Podemos en Galicia. Y algo más. Por eso decide dar un paso adelante nada más hacerse oficial la convocatoria de la asamblea ciudadana para renovar la cúpula del partido morado. Hace dos años apoyó a Anxela Rodríguez, Pam, frente a Carmen Santos y el defenestrado Breogán Rioboo. Y perdió. Ahora será cabeza de cartel con todas las consecuencias, incluyendo, claro está, la posibilidad de una derrota que debilitaría irremediable y tal vez definitivamente su posición como referente del sector crítico con la actual dirección. Aspira a recomponer una cohesión orgánica y estratégica a la que no contribuyó especialmente.
Antón Gómez-Reino, cofundador de la Marea Atlántica que gobierna A Coruña y persona muy cercana a Pablo Iglesias, es partidario de reeditar la fórmula de candidaturas unitarias de la izquierda rupturista en los ayuntamientos gallegos y de fortalecer En Marea como alternativa a los partidos del sistema de cara a las próximas convocatorias electorales. Por ahí es por donde vienen las diferencias de Tone con Santos y lo que él considera el sector oficialista de la sucursal gallega de Podemos, que cree que yendo en solitario tendrían buenos resultados y desde luego un papel más destacado -el que entienden que le corresponde por implantación social- en la arena política gallega.
Hay quien cree que Gómez-Reino, que nunca ha cuestionado abiertamente la figura de Luis Villares, no renuncia, llegado el caso, a ser su sustituto como portavoz de En Marea. Si se hace con el control de Podemos Galicia, podría plantearse tal objetivo con la autoridad de un vencedor. Además, el calendario de renovación de las estructuras directivas de En Marea juega a su favor, porque ese proceso será inmeditamente posterior a la asamblea ciudadana de los podemitas. Por otra parte, parece contar con mayor simpatías que Santos en el resto de los sectores ideológicos representados en la confluencia apadrinada por Beiras.
No es que Tone no esté satisfecho con su labor y la del resto del grupo de En Marea en el Congreso. Reconoce que le falta visibilidad desde Galicia y que por ello sus propios compañeros de la plataforma le exigen que se esmeren en vender mejor lo que están logrando del gobierno de Sánchez. En eso están, en poner en valor sus logros y en comunicar mejor, lo cual le daría al propio Gómez-Reino la proyección que necesita para ser en su día el candidato de las mareas a la presidencia de la Xunta. Tal vez sea esa la meta final. El sanedrín de Pablo Iglesias lo vería con buenos ojos, puede que Esquerda Unida no le ponga la proa; sin embargo, Anova y sus escisiones y satélites siguen prefiriendo a alguien que no tenga adscripción partidaria y que al menos les sea afín, un personaje del perfil de Villares. Y es que a Don Luis, con o sin la irrupción estelar de Tone, casi todos los que están en el ajo lo dan por amortizado. Todos menos él que, voluntarioso como pocos, no piensa tirar la toalla así como así. @mundiario
