¿Debe resignarse Galicia a emigrar?

Monumento a los emigrantes en Oleiros (A Coruña). / Mundiario
Monumento a los emigrantes en Oleiros (A Coruña). / Mundiario

Los jóvenes se van. Se han formado pero aquí no tienen oportunidades. Es un drama que se explicapor la escasa industrialización del país.

¿Debe resignarse Galicia a emigrar?

La población actual de Galicia se parece cada vez más, cuantitativamente, a la que tenía en los años 60 del siglo XX, aún en tiempos de la dictadura. Pero la España de entonces tenía muchos menos habitantes, bastantes millones menos, de modo que la Galicia de hoy tiene mucho menos peso en España. Peor aún, aquella Galicia tenía gente joven, la de hoy menos. El rasgo en común es que antes y ahora los chavales emigraban y siguen haciéndolo.

En los años 60 los jóvenes que emigraban a Alemania, Reino Unido o Suiza solían volver cuando, al cabo de un tiempo generalmente largo, reunían dinero para hacer una casa en su pueblo o para comprar un piso en alguna ciudad o pueblo. En menor medida regresaban los que se habían ido a Venezuela –entonces un país rico– o los que se marchaban a Madrid y Barcelona.

Aquellos jóvenes emigrantes gallegos eran trabajadores y se casaban con muchos menos años que ahora: tenían un proyecto familiar. Los gallegos jóvenes que emigran hoy son universitarios solteros que sueñan con hacer su vida en Londres o Berlín pero también en otras ciudades menos conocidas de Alemania y otros países europeos. Hay erasmus que no vuelven. Hay becarios que se quedan para siempre en EE UU.

Galicia es un país con recursos naturales, bien situado, con paisajes impresionantes, rías únicas en el mundo, algunas ciudades modernas, magnífica gastronomía, …

Los políticos hablan poco de estas cosas. Son cosas que explican su derrota y a nadie le gusta presumir de haber fracasado. ¿Debe ser esto así para siempre? ¿Debe asumir Galicia que es un país sin futuro para los jóvenes?

En principio no debería ser así: Galicia es un país con recursos naturales, bien situado, con paisajes impresionantes, rías únicas en el mundo, algunas ciudades modernas, magnífica gastronomía, … Pero algo le pasa que las cosas van mal o van peor que en otras zonas de España, como Euskadi, Madrid y Cataluña. Y si todo esto es así, algo habrá que hacer. ¿O no?

Si dentro de Galicia no emana la solución colectiva hay donde encontrar alternativas extrapolables. Al final de lo que se trata es de crecer económicamente para que la gente tenga oportunidades laborales, forme una familia y sea feliz. En su tierra.

La realidad indica que Galicia no está cerca de alcanzar ese Eldorado, pero también que hay dos circunstancias alentadoras: una es que Amancio Ortega ha demostrado con Inditex que desde Galicia también se puede ser grande en el mundo, y otra es que este año hay opción a sentar las bases para transformar Galicia mediante el programa europeo Next Generation EU.

Se le pueden dar muchas vueltas a todo esto, que se le dan, pero hay algo inexorable: los países que dieron pasos así adelante se industrializaron. No queda otra, salvo el turismo, pero en Galicia hay poco sol para que sea el destino de un turismo masivo al nivel de Canarias o Baleares.

Finlandia y Costa Rica son dos pequeños países que lograron modernizarse y retener a su gente joven pero hay más espejos en el mundo

Toca industrializar Galicia. ¿Y cómo? Pues encontrando el nicho. Si otros lo han logrado no hay razones para pensar que en Galicia hay menos talento; máxime si nos creemos eso de que tenemos ahora la generación mejor formada. Si hay dinero a raudales (europeo) y hay recursos naturales y humanos, ¿qué falta aquí?

No hay que viajar mucho: pequeños países como Finlandia o Costa Rica le han demostrado al mundo que siendo periféricos o estando en una zona conflictiva se puede salir adelante. Por no hablar de Corea del Sur. Finlandia es hoy una potencia maderera en el mundo. Costa Rica desarrolló las TIC, desde la Universidad, por cierto. ¿Y Galicia qué? @J_L_Gomez

Rascacielos de madera en Joensuu (Finlandia). / RR SS

Rascacielos de madera en Joensuu (Finlandia). / RR SS

Del rascaielos de madera a ¿otro Bienvenido Mr. Marshall?

Joensuu es una ciudad finlandesa más pequeña que Ourense. Muy universitaria. También sede del Instituto Forestal Europeo. Tiene un rascacielos de madera que es el edificio más alto de toda Finlandia. Pero lo importante no es el edificio, sino lo que simboliza: Finlandia es una potencia maderera mundial. Los bosques –organizados– cubren más del 70% de la superficie del país, otro 10% está cubierto por lagos. Lo suyo no son los eucaliptos ni la contaminación. Tienen un modelo sostenible.

Entre tanto, queda cada vez menos tiempo para definir Next Generation EU en Galicia. Aquí se ha hablado más de expertos que de proyectos. No vaya a ser que Vaca Films tenga que ponerse a rodar otro Bienvenido Mr. Marshall en la Galicia de 2022. No vaya a ser que un topónimo de Galicia se confunda con el empobrecido Villar del Río ideado por Berlanga, Bardem y Mihura en 1953 para ver pasar de largo el plan americano para la recuperación de Europa. No vaya a ser que Galicia se quede otra vez atrás… @mundiario

Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero. / RR SS

Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero, recién llegado a la secretaría general del PSdeG - PSOE. / Mundiario

–––––– PROTAGONISTAS ––––––

> Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta.- Hay dos maneras de afrontar la consecución de los suculentos fondos  Next Generation EU para Galicia: una es pactando con el Gobierno de España, la otra es confrontando. Lo importante para Galicia es el resultado, no quien se lo atribuye.

> Gonzalo Caballero, líder del PSdeG - PSOE.- Sus visitas a los pueblos de Galicia están resultando interesantes. También sus reivindicaciones económicas. Pero esta vez toca que juegue en la Liga de los grandes. Sorprende que Feijóo no le haya implicado en el diálogo con Madrid.

> Nadia Calviño, vicepresidenta del Gobierno.- Parece que en su casco pone que es la mujer de Europa en España para evitar los desvaríos del Gobierno de coalición. Puede ser razonable. Pero no incompatible con que esta coruñesa tenga presentes sus raíces en decisiones históricas.

> Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.- La futura vicepresidenta tercera, gallega como la futura vicepresidenta segunda, va a atesorar un poder inédito en el comunismo de raíces gallegas. El pragmatismo que está demostrando puede ser útil para el encaje de ciertas piezas. @mundiario

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