¿Cuándo empezará a debatirse en Galicia la aplicación de la nueva estrategia industrial europea?

Area industrial junto a la refinería de A Coruña. / Google
Area industrial junto a la refinería de A Coruña. / Google
La economía gallega está pendiente de lo que pueda concretarse en el marco de los 77.324 millones de euros en ayudas y otros 63.122 millones en préstamos que podrían atribuirse a España. Si Galicia sabe moverse no debería aspirar a menos de 7.000 millones de euros.
¿Cuándo empezará a debatirse en Galicia la aplicación de la nueva estrategia industrial europea?

Estando como está Galicia en puertas de una posible línea de ayudas y préstamos europeos sin precedentes, llama la atención que la estrategia de la Xunta no esté más centrada en eso, no solo por los importes –al menos 7.000 millones de euros, si sabe moverse– sino para adaptar Galicia a la nueva estrategia industrial de Europa.

Es verdad que ese dinero europeo no va a llegar este año, muy probablemente. Y que si llegase, el acomodo serían los llamados proyectos tractores; por eso hay quien ve a la Xunta bien posicionada y orientada, pendiente de lo que pueda concretar en el marco de los 77.324 millones de euros en ayudas y otros 63.122 millones en préstamos que podrían atribuirse a España, según los planes de la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen.

Sea como sea, se impone desarrollar sin titubeos un plan gallego incardinado en la nueva estrategia industrial de la Unión Europea. Seguir hablando estas alturas de defender la permanencia de industrias altamente contaminantes no tiene el más mínimo sentido económico en clave europea, ni de futuro. No es esto, no es esto..., que diría don José Ortega y Gasset.

Porque aún suponiendo que los llamados proyectos tractores de Galicia vayan en línea con la sostenibilidad y la economía circular, siguiendo las orientaciones de expertos como los catedráticos Santiago Lago o Fernando González Laxe, no es lo que traslucen ciertas declaraciones públicas de miembros destacados del Gobierno de Galicia. Hay como una dualidad en el ambiente.

Un botón de muestra: es tercermundista que, a estas alturas, algunos defiendan todavía un modelo industrial en el que Galicia triplica en emisiones el nivel que le correspondería por su cuota de PIB en España. La central de Endesa en As Pontes, la vieja térmica de Naturgy en Meirama, la refinería de Repsol en A Coruña –adosada literalmente a la ciudad–, el complejo de Alcoa en San Cibrao o la planta de celulosa de Ence en plena ría de Pontevedra, constituyen, entre otras, cánceres industriales, a veces por sus elevados niveles contaminantes y otras por los peligros que entrañan.

Por el bien de la economía –y de la salud– de los gallegos del presente y del futuro solo cabe apelar a un modelo industrial sostenible. Europeo. @J_L_Gomez en @mundiario

–––– PROTAGONISTAS –––– 

> Alberto Núñez Feijóo, candidato del PPdeG.- Una vez conocidos los consejos de sus expertos para afrontar la crisis económica derivada de la epidemia veremos hasta qué punto los quiere seguir y en qué medida secundará los nuevos criterios de la Unión Europea. 

> Gonzalo Caballero, candidato del PSdeG - PSOE.- No son precisamente muchos los frentes donde puede ganarle al candidato del PP. Pero hay uno donde al menos puede empatar: la reindustrialización. Porque se supone que Galicia puede –y debe– jugar en la vanguardia, sin mirar siempre atrás.

> Ana Pontón, candidata del BNG.- Tiene en su entorno al experto que probablemente más sabe de los problemas de la contaminación industrial en Galicia: el profesor Ramón Varela, que fue presidente de Adega. Un científico con los pies en la tierra, que podría inspirarle.

> Antón Gómez Reino, candidato de Galicia en Común.- Sostiene que el conglomerado de Podemos, EU, Anova y Mareas siempre apostó por una intervención pública decidida en la economía, “y cuanto más en los sectores industriales estratégicos”. Le queda por explicar el encaje de sus ideas en la UE. @mundiario

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