La cerveza en Galicia a finales del XIX

Fábrica de cerveza El Águila, en Madrid, a comienzos del siglo XX.
Fábrica de cerveza El Águila, en Madrid, a comienzos del siglo XX.
Sobre todas ellas, las más caras y apreciadas fueron las importadas desde Alemania, Francia e Inglaterra, y la que se elaborada en Santander desde 1886, que se llamaba Cruz Blanca y se traía en cabotaje.
La cerveza en Galicia a finales del XIX

En 1875, los vigueses ya bebían cerveza fabricada en su ciudad. Esta bebida de fácil manufactura se implantó de inmediato en Galicia. Se fabricaba en las villas y ciudades del noroeste y fue un chorro de oro para los empresarios del sector, que también elaboraban gaseosa, gaseosa con vino, gaseosa con café y agua de Seltz.

Sobre todas ellas, las más caras y apreciadas fueron las importadas desde Alemania, Francia e Inglaterra, y la que se elaborada en Santander desde 1886, que se llamaba Cruz Blanca y se traía en cabotaje.

Citaremos, para los aficionados, alguna de las más conocidas; considerando que sus adeptos constituyen una madura secta que aprecia tanto la bebida como la cultura que la rodea.

La Princesa y El Águila se fabricaban desde 1890 y 1903 en Madrid. La Kutz que era la competencia de la Cruz Blanca y que se fabricaba en San Sebastián en 1888. La Moritz de Barcelona. Es posible que La Zaragozana, en 1900, dado el número de riojanos y aragoneses que vivían en la ciudad; desde Aragón también llegaban los frutales que todavía perviven en Lugo y en el Bierzo-la Maragatería. La Cruz Campo de la Sevilla de 1904 y La Estrella de Galicia en 1906.

En su novela La Casa de la Troya, Alejandro Pérez Lugín escribe: «Diéronme cuarenta y siete reales de doce chiquitas del Ribeiro, tres jaseosas, dos cervezas [...]», y más adelante: «[...] le convido a refrescar ahora mismo con uno de esos fementidos boliches de Sada mezclado con cerveza bávara [bárbara] de Betanzos [...]». En aquel tiempo la gaseosa que se servía en Sada llevaba por nombre La Barrosa y su marca y fábrica eran de la propiedad de la familia Rey Franco.

En 1876 parece ser que sólo había en Santiago una fábrica de cerveza y bebidas gaseosas, situada en la calle de Rapa da Folla y que era propiedad de Rey y Lorenzo; tenía dos empleados y en 1893 la encontramos en el Hórreo. Y decimos «parece ser» porque la sidra y la cerveza eran una elaboración casera. 

En 1893 y también en Compostela, había dos fabriquitas de gaseosas. Una propiedad de Mengotti, Zala y Cía y otra de Julián Pampín. @mundiario

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