El borde litoral de A Coruña en el ámbito de la ría, clave para el futuro del área

Celebramos estos días el 50 aniversario del Complejo Hospitalario de A Coruña. Son 50 años velando por nuestra salud desde un balcón privilegiado sobre la Ría do Burgo y los arenales de Santa Cristina, en Oleiros. Pero la ría, debido a la progresiva presión poblacional y a una intensa actividad de algunas industrias, llegó a ser calificada en su momento como una de las más contaminadas de Europa.

Una ría que la ciudad de A Coruña comparte con Oleiros, Culleredo y Cambre y que conforma el eje esencial de la cuenca metropolitana, aguas arriba con el río Mero hasta Cecebre. Un ecosistema sometido por tanto a una fuerte presión residencial y de infraestructuras de transporte, cuya progresiva degradación ha hecho por otra parte que prácticamente hayan desaparecido las posibilidades que ofrecía para el marisqueo.  

Un contexto de crecimiento que venía acompañado por instrumentos de planeamiento urbanístico en ambas riberas que propiciaban una alta intensidad de ocupación del suelo para uso residencial, de infraestructuras de comunicación y de equipamientos. 

Las sucesivas actuaciones para dotar a la ría de diferentes tramos de paseo, en conexión ya con las riberas del río Mero hasta la presa de Cecebre, actuaciones sobre vertidos, pero sobre todo las obras ya iniciadas para el dragado y regeneración de la ría por parte del Ministerio, contribuyen a tratar de recuperar en cierta medida este ecosistema tan sensible.

Nuevas determinaciones urbanísticas

Pero además de la inaplazable necesidad de eliminar los sedimentos contaminantes en los fondos de la ría para una necesaria recuperación ambiental, necesitamos que la planificación de usos de los suelos que lindan con la costa tenga un enfoque mucho más sostenible que el que se venía aplicando. Además de reducir el uso residencial intenso, necesitamos planificar mejores dotaciones de zonas verdes y espacio público, completar la conexión de ambas riberas para uso peatonal y ciclista uniendo así todo el paseo litoral desde Cecebre hasta la cala de Bens. También aprovechar el trazado ferroviario de la línea a Betanzos debe ser un reto en la nueva planificación.

Ante este reto, resultaba imprescindible abordar la modificación puntual del PGOM de A Coruña en el sector de la Ría (ámbito API-S35, planeamiento incorporado procedente de la ordenación aprobada en 2008) para incorporar las nuevas determinaciones urbanísticas a los algo más de 420.000 metros cuadrados que ocupa, desde el puente de A Pasaxe hasta la playa de Oza. Para ello, era necesario acordar también la suspensión de licencias e instrumentos de planeamiento en el acuerdo que tomó el Pleno Municipal  en noviembre de 2020.

Durante este pasado mes de junio, la Xunta de Galicia ha emitido informe ambiental al procedimiento iniciado por el consistorio coruñés para la modificación del PGOM en el sector de la ría, concluyendo que con la propuesta de ordenación se aguardan efectos positivos en materia de ocupación de suelo, paisaje, patrimonio cultural y movilidad, al tiempo que incluye una serie de determinaciones a considerar para mejorar la propuesta.

Enclave de interés

Como recoge el informe autonómico, esta parte del borde marítimo de la ciudad configura un espacio singular desde el punto de vista paisajístico como fachada de entrada a la ciudad y, debido a su posición topográfica, resulta visible desde amplias zonas de Oleiros y de Culleredo así como desde el Monte Alfeirán. Se trata de un tramo urbano costero muy antropizado y heterogéneo, en el que conviven núcleos residenciales con importantes equipamientos docentes y sanitarios, el núcleo tradicional de Xubias de Abaixo, edificios catalogados, huertas de cultivo, zonas industriales en desuso y vías de comunicación, así como el núcleo chabolista de la conservera Celta en el relleno de A Pasaxe, en fase ya final de reasentamiento y cuyo clarificado deslinde marítimo-terrestre garantiza su protección por parte de la Demarcación de Costas. A pesar de la presión humana sobre el ámbito, la ría está identificada en el Inventario de Humedales de Galicia como enclave de interés para aves acuáticas. La línea de ferrocarril que recorre estos dos kilómetros del ámbito que tratamos en paralelo a la ría es otro fuerte condicionante.

En este tramo litoral tan complejo, el planeamiento vigente dispone polígonos residenciales (con plazos de ejecución agotados) cuyo desarrollo intensificaría más la presión urbana sobre el mismo y que deben ser objeto de reordenación, facilitando una mejor disposición de equipamientos, espacios públicos y zonas verdes, una mayor protección paisajística, la conexión por el borde litoral del paseo del Burgo con la playa de Oza y la necesaria protección y rehabilitación de elementos del patrimonio cultural catalogados o en previsión de catalogación, especialmente en el ámbito del núcleo tradicional de As Xubias de Abaixo. 

El modelo urbano

A pesar de los fuertes condicionantes actuales, se hace precisa una intervención decidida para variar el modelo urbano en este sector de la ría, liberando y renaturalizando el frente litoral lo más posible. Por ello, reducir sensiblemente la edificabilidad, introduciendo reserva de vivienda pública, reordenar los polígonos con bajo impacto, establecer nuevas protecciones del patrimonio cultural, dar continuidad a la senda litoral metropolitana, o aprovechar la línea ferroviaria para potenciar una movilidad más sostenible entre la zona de San Diego y Betanzos, son objetivos ambiciosos pero alcanzables. 

Será también fundamental conectar en una buena integración urbana esta importante pieza territorial del litoral de la ciudad con las previsiones de reordenación del puerto interior, que por el momento parecen estancadas, pero esta será otra cuestión clave a tratar en nuevas páginas. @mundiario