Arranca la campaña electoral en Galicia con Feijóo cerca de su cuarta mayoría absoluta

Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
PSdeG - PSOE, BNG y Galicia en Común, las otras tres fuerzas con opción de alcanzar escaños, serían la alternativa a un gobierno conservador. A su vez, entre los socialistas y los nacionalistas hay rivalidad por ver quiénes ocupan la segunda plaza el 12 de julio.
Arranca la campaña electoral en Galicia con Feijóo cerca de su cuarta mayoría absoluta

La campaña electoral se ha iniciado en Galicia con Alberto Núñez Feijóo como favorito, al darle las encuestas su cuarta mayoría absoluta. El "sorpasso" del Benegá al PSOE el 12-J no está descartado, ni mucho menos. Si finalmente se produce, sería una sorpresa relativa, a la vista de la tendencia que marcan las encuestas más serias. Los de Ana Pontón albergaban una prudente esperanza antes de que el coronavirus obligara a aplazar las elecciones. Sabían que su marca cotizaba al alza en la misma medida en que crecía el desencanto entre el electorado rupturista que en 2016 permitió a En Marea dar la campanada convirtiéndose, aunque por la mínima, en el partido más votado de la izquierda. Ahora, reanudado el proceso electoral, las expectativas nacionalistas mejoraron sensiblemente. A ello contribuye tanto la fragmentación de las mareas como la lenta pero imparable caída en la intención de voto a los socialistas. El Bloque es con diferencia el mayor beneficiario de un supuesto cambio de estrategia de Pedro Sánchez, a quien indirectamente le beneficiaría un nuevo éxito de Feijóo en la medida en que debilitase la posición de Pablo Casado al frente del PP. 

Como el vencedor ya se conoce, la gran incógnita está en la otra elección, en quién será el viceganador/a. Si al final ocurre, no sería la primera vez que el nacionalismo supera a los socialistas en unas elecciones autonómicas. Ya sucedió en 1997, siendo cabeza de cartel el hoy imbatible Abel Caballero, el tío de Gonzalo. Pero entonces era el PP el que gobernaba en Madrid. Lo inédito es que el PSOE ceda el liderazgo de la oposición en Galicia ocupando La Moncloa. Lo habitual es que el Pesedegá rentabilice electoralmente en su ámbito, en mayor o menor medida, la gestión de sus correligionarios en el Gobierno central. Ese es el principal factor que, según la mayoría de los analistas, explica que en las generales de la primavera de 2019 los populares perdieran por primera vez y con claridad la condición de fuerza más votada por los gallegos, que ostentaban desde 1981, cuando la UCD desapareció de escena.

Gonzalo Caballero, según los suyos, es muy consciente de que destronar a Feijóo es misión casi imposible. Nadie puede exigírselo, por lo cual para cubrir el expediente le basta con mejorar el discreto resultado obtenido por Leiceaga hace cuatro años, algo que parece tener asegurado incluso en el escenario demoscópico más adverso. Claro que la cosa se le pondrá cuesta arriba si el Benegá empata, y más aún si supera en diputados al PSOE. No digamos si, llegado el caso, la correlación de fuerzas izquierda-derecha posibilitara un gobierno progresista pero encabezado por el Bloque. En ese escenario los enemigos internos de Caballero jr., que no son pocos aunque no se muestren mucho, no esperarían ni a la constitución del nuevo Parlamento para poner en jaque su liderazgo, cuya casi única fortaleza emana de la condición de sanchista de primera hora y gran publicista del sanchismo.

Como seis meses atrás, Ana Pontón parte con la ventaja de ser la única contrincante de Feijóo que repite como cabeza de cartel. Eso la beneficia y mucho por el considerable grado de conocimiento que de ella tienen los gallegos, para quienes otros candidatos, debutantes, son unos perfectos desconocidos. Seguramente también juegue a su favor la posibilidad, por pequeña que sea, de convertirse en la primera mujer que presida la Xunta en casi cuarenta años de trayectoria autonómica. Por ahí enfoca una campaña constructiva y en positivo con la que pretende "hacer historia" encabezando lo que los nacionalistas denominan "o cambio galego". La joven a la vez que veterana lideresa frentista, politóloga de formación, confía en que la del Bloque sea al final la papeleta elegida por la mayoría de los desencantados de un rupturismo en proceso de desguace. O que al menos no sucumban a la tentación de quedarse en casa, irse a la playa o a la aldea, como si el 12-J no hubiese nada en juego o estuviera todo el pescado vendido. @mundiario

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