Armadores de Vigo se afanan por concienciar sobre sostenibilidad marina

Grumetes sostenibles.
Grumetes sostenibles.
Aprender a respetar el mar y la pesca. Este es el fin para el que se preparan los nuevos grumetes de una Galicia que todavía llora muchas ausencias.
Armadores de Vigo se afanan por concienciar sobre sostenibilidad marina
Concienciar a una nueva generación sobre el papel protagonista en la lucha por el futuro de los mares y la pesca sostenible es el objetivo primordial del proyecto "Grumetes sostenibles" que la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI) quiere llevar a cabo con la colaboración de la Fundación Biodiversidad Del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del programa Pleamar cofinanciado con fondos FEMP.
 
El programa propone formar a niños de entre 6 y 12 años en materia de sostenibilidad marina y pesquera con la finalidad de concienciarles y sensibilizarles en favor de un cambio absoluto sobre lo que, hasta no hace muchos años, era visto por los niños como un medio hostil -el mar- del que solo podías extraer pescado y marisco. Sin más. Y sin embargo, el mar es, para los niños de ahora, más, mucho más que aquello que nos enseñaron a los rapaces de mi generación: un mar en el que se explotaba a los niños que se embarcaban en buques bacaladeros durante seis y más meses con unos beneficios mínimos pero con comida asegurada (algo que no todos tenían en sus casas familiares), niños que se embarcaban con hombres hechos y derechos para "palear" potala "rapeta" en los mares de Boston, niños que acompañaban a sus padres y abuelos en cortas pero duras singladuras a bordo de dornas en las que aprendían el abc de las "pedras fanequeiras" y "polbeiras" y se maravillaban con los colores de las "xulias" y  la tozudez de los besugos (al tiempo que aprendían "marcas" y localizaciones con las que navegar con cierta seguridad incluso en jornadas de niebla. Niños que ayudaban a "guindar"  la "rapeta" desde las playas, instruidos exclusivamente en el arte de pescar y nunca en el de conservar pensando en la sostenibilidad de esos mares que contribuían a explotar.
 
Ahora se busca, y me perece loable, enseñar a las nuevas generaciones a pescar y conservar, dando respuesta positiva al beneficio económico a la vez que a la sostenibilidad de nuestros mares, actualmente en recuperación merced a los tremebundos recortes que la UE aplican en los distintos caladeros comunitarios, del mismo modo que se aplican restricciones en la captura de grandes migradores mientras la pesca ilegal campa a sus anchas a pesar de los pesares.
 
Los más jóvenes, los niños, no están marcando el camino a seguir. Y bueno es que se a así y que, armadores concienciados como los de Vigo, enseñen a respetar ese medio temido y odiado tantas veces que ha dado de comer a tantísimas generaciones de gallegos que, tras mamar el salitre de las rías, se iban en tren hasta Rotterdam, aguantando aquí con las quinientas pesetas que en los años 60-70 del siglo pasado llevaban de su casa para embarcar aquí, en Rotterdam,  en el primer barco que los admitiera.
 
Aprender a respetar el mar y la pesca. Este es el fin para el que se preparan los nuevos grumetes de una Galicia que todavía llora muchas ausencias. @mundiario
 

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