Sin adelanto electoral en Galicia

Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
Alberto Núñez Feijóo. / Mundiario
En las entrevistas concedidas con motivo del inicio del nuevo curso político y de su 59 cumpleaños, si reparamos en determinadas respuestas, el presidente de la Xunta ha dado ciertas claves sobre su futuro político. Por si alguien tenía alguna duda, piensa agotar (o casi) la legislatura.
Sin adelanto electoral en Galicia

La incógnita Feijóo se desvelará con tiempo y en su tiempo. No hay prisa. Los gallegos sabremos mucho antes de las elecciones del año que viene si Feijóo se deja convencer por quienes le piden que vuelva a presentarse a la reelección o si se echa a un lado. Pero la gran incógnita de la política gallega no se despejará hasta los primeros meses de 2020, con tiempo y en su tiempo. Sabiendo como es Don Alberto para estas cosas, los periodistas podemos perder toda esperanza de obtener una respuesta concreta a la pregunta del millón por más que insistimos en plantearla siempre que haya ocasión. Ya no Pablo Casado, ni siquiera los más allegados entre sus colaboradores tienen la más mínima posibilidad de adivinar las verdaderas intenciones de Feijóo hasta la víspera o el propio día D. Esta no será distinta de las otras ocasiones en que mantuvo el suspense casi hasta el último minuto.

Sin embargo, en las entrevistas concedidas estos días, con motivo del inicio del nuevo curso político y de su 59 cumpleaños, si reparamos en determinadas respuestas, el presidente de la Xunta ha dado ciertas claves sobre su futuro político. Por si alguien tenía alguna duda, piensa agotar (o casi) la legislatura. No habrá adelanto electoral. Iremos a las urnas previsiblemente dentro de un año por estas mismas fechas, Feijóo, como la mayoría de los gallegos de a pie, no ve motivos para no completar su tercer mandato presidencial dado que la Xunta goza de la estabilidad que necesita –y que ya otros quisieran– tanto para la gestión de cada día como para planificar o legislar.

Si finalmente Feijóo hace oídos sordos al coro que le pide que "recunque", el Pepedegá tendrá el tiempo necesario para lanzar la candidatura del nuevo cabeza de cartel. Tampoco necesitaría mucho si el elegido, como es de prever, está entre las figuras más relevantes del partido y del gobierno, perfectamente conocidas por la ciudadanía. Se entiende que, en su caso, el relevo al frente del partido quedaría aplazado hasta después de las elecciones y se llevaría a cabo por el procedimiento estatutariamente establecido, mediante esa especie de primarias que le ungieron a él en 2006 como sucesor de Fraga. Don Alberto se siente muy orgulloso del desarrollo, además del resultado, de aquel proceso que, en parte, acabaría haciendo suyo el PP nacional.

Un año en política da mucho de sí. Es por ello que los "albertólogos" más conspicuos no descartan alguna sorpresa, en función de lo que ocurra en la política estatal este otoño. Eso incluiría un adelanto electoral que día de hoy no se contempla. Puede haber repetición electoral. O una investidura muy precaria de Pedro Sánchez. Uno u otro escenario no dejarían de condicionar la tesitura política gallega. Que se lo pregunten a Gonzalo Caballero. Él también, como el propio Feijóo, está haciendo cálculos estratégicos muy en función de lo que pase en Madrid. Si su jefe sale reforzado de unas nuevas elecciones, se incrementarían notablemente las posibilidades de un cambio de signo político en Galicia, ese cambio que el líder de los socialistas gallegos aspira a capitanear a ser posible sin excesivas tutelas. Si Sánchez sale malparado de su arriesgado farol, seguramente acabaría arrastrando a Caballero en su caída. Y de rebote el Pesedegá volvería a abrirse en canal, que es lo suyo. @mundiario

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