¿Por qué si las mujeres obtienen mejores notas ganan menos que los hombres?
El mundo universitario no es igual al laboral. Las mujeres españolas tienen mejor desempeño en las aulas, puestos menos estables y ganan menos, revela estudio del IVIE y la Fundación BBVA.
La población estudiantil de nivel superior en España supera los 1,3 millones, de los cuales 55% son mujeres y el resto hombres. La nota promedio obtenida por ellas fue de 8,89 versus un 8,57 de ellos. Sin embargo, esto no se traduce en igualdad de ingresos en el campo laboral, concluye el informe “Esenciales” de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).
Este estudio concluyó que las mujeres egresadas de las universidades devengan un estimado de 20.538 euros al año, 2.078 menos que la base media de los hombres (22.616). "La distribución por sexos de los tramos de cotización revela que el porcentaje de universitarios que tiene una remuneración superior a los 36.000 al año de graduarse (tramo superior) (14,8%) duplica al de las universitarias (6,9%) un año después de graduarse", añade el informe
Uno de los indicadores para entender esta brecha salarial es la estabilidad laboral, ya que el 48,8% de las universitarias contratadas por cuenta ajena tienen un contrato indefinido al año de graduarse. Al observar el mismo dato cuatro años después, el porcentaje de contrataciones se reduce al 46,1, pero aumenta en el caso de los hombres en 2,9 puntos, hasta el 59,6%.
Una de las variables para explicar esta diferencia que ganan entre ambos sexos es el hecho de que las mujeres se hayan incorporado más tarde que los hombres al mercado laboral, según un análisis realizado Pricewaterhouse Coopershace (PwC). Esto causa que ellas ingresen al mundo laboral en una situación de desventaja.
Otro indicador que cita este segundo estudio es que las mujeres españolas destinan, de media, 4 horas y 49 minutos diarias, casi el doble que los hombres (2 horas y 26 minutos), al trabajo no remunerado, que incluye principalmente las tareas domésticas y el cuidado de niños y de personas mayores y dependientes.
Pero no todo es negativo. El grado de estudios podría ayudar a que esta brecha se reduzca, ya que de la población entre 25 a 64 años, el 39% que son mujeres tiene educación terciaria frente a un 33% de hombres.
La politóloga Patricia Alonso, en un artículo publicado en CTXT, es crítica con tantos estudios, los cuales, a su criterio, no profundizan en las causas principales en por qué la diferencia laboral entre hombres y mujeres, y que no se debe analizar el problema solo desde la perspectiva de la discriminación. Ella enfatiza en que se debe ver desde las características del tipo de empleo y empresa; las condiciones socioeconómicas; y los factores psicosociales, para que a partir de eso se planteen soluciones para romper este techo de cristal. @mundiario
