Fiat Chrysler y PSA Citroën cierran sin sobresaltos un acuerdo de fusión

Logo de Fiat en un coche. / Twitter
Logo de Fiat en un coche. / Twitter
Las dos empresas se unirán para dar vida al cuarto mayor productor de vehículos en cuanto a volumen, confirmaron ambas.
Fiat Chrysler y PSA Citroën cierran sin sobresaltos un acuerdo de fusión

Con total ligereza, Fiat Chrysler y PSA Citroën han cerrado un acuerdo para su "acercamiento vinculante". Tras haberse estrellado sus negociaciones con Renault, la empresa de Turín acordó con la marca alemana una unión que desembocará en el cuarto grupo mundial automovilístico en cuanto a volumen de producción, presumen ambas en un comunicado conjunto.

La fusión no estará completa sino hasta dentro de un año o un poco más, pero los objetivos de la misma ya están fijados y no se vislumbra ninguna sorpresa sobre lo que ya tenían planeado y anunciado de ante mano. Las negociaciones empezaron apenas a finales de octubre, por lo que todo se cerró en un tiempo perfecto y sin mayores sobresaltos.

“La nueva entidad tendrá el liderazgo, los recursos y el tamaño que le permitirán estar en la primera línea de la nueva era de la movilidad duradera”, reza el comunicado. Con su unión, ambas esperan abrirse campo y hacerse un lugar en mercados que tildan de "clave", como por ejemplo Europa, Norteamérica y América Latina, así como "redefinir la estrategia en las otras regiones".

Con un total proyectado de 8,7 millones ventas anuales, el grupo naciente será el cuarto mayor productor de coches en cuanto a volumen, superado únicamente por la todopoderosa Volkswagen, así como Toyota y General Motors. A la vez, será la tercera en volumen de negocios, avisan ambas, con hasta 170.000 millones de euros ingresados por las ventas de las siguientes marcas: Fiat, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot y Vauxhall. Las firmas calculan un resultado de explotación de hasta 11.000 millones de euros, con un margen operativo que llega hasta el 6,6%. Hoy por hoy entre ambas suman un poco más de 400.000 empleados a nivel mundial.

Los encargados de negociar y pactar la fusión esperan que la misma genere "sinergías" que les llevarán a ahorrarse hasta 3.700 millones de euros "sin el cierre de ninguna fábrica ligado a esta transacción".

“Nuestra fusión constituye una oportunidad formidable de asumir una posición más fuerte en la industria del automóvil en momentos en que buscamos consolidar la transición hacia una movilidad limpia, segura y duradera”, explicó Carlos Tavares, presidente de PSA. Siguiendo la línea de lo ya avisado en octubre, Tavares precisamente asumirá como director general durante el primer lustro de vida del nuevo conjunto, que se instalará en Países Bajos y cotizará en las Bolsas de París, Milán y Nueva York. Tavares estará también en la oncena que formará el consejo de administración que estará encabezada por John Elkann, quien a su vez lidera el grupo ítalo-americano como heredero de la familia Agnelli, la fundadora de Fiat.

El Gobierno francés celebró el acuerdo. Bruno Le Maire, ministro de Economía, aseguró que es "una muy buena noticia para Francia, Europa y para nuestra industria automovilística". Eso sí, avisó que el Estado de Francia, accionista de PSA, se mantenderá "vigilante" para que se cumplan los compromisos adquiridos durante las negociaciones, en especial "la preservación de la huella industrial en Francia, la localización de los centros de decisión y la confirmación del compromiso del nuevo grupo para la creación de una filial industrial europea de baterías eléctricas”.

Pese a la aprobación de casi todas las partes que están relacionadas a cualquiera de las dos empresas, todavía hay algunos agujeros negros. El diario Les Echos de Francia apunta que no se conoce todavía quién relevará a Tavares cinco años después del alumbramiento del grupo, así como tampoco "la forma en que se tratarán las espadas de Damocle jurídicas que planean sobre FCA por parte del fisco italiano o de la competencia estadounidense General Motors”. El fabricante estadounidense presentó a finales de noviembre una demanda por corrupción contra el italiano por "patrón de corrupción de varios años que FCA usó para quebrantar la integridad del proceso de negociación colectiva y causar daños sustanciales a GM”, según escribieron sus abogados en su momento. @mundiario

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