El expresidente de Nissan evade a la justicia japonesa y huye a Líbano

Carlos Ghosn ha logrado escapar de Japón y tomar rumbo a Beirut, capital de Líbano. El expresidente de Nissan, quien será juzgado en abril próximo por malversación financiera, justificó su fuga en que ya no quiere ser parte de "un sistema de justicia amañado", de acuerdo a un comunicado remitido a agencias de noticias.

El exempresario estaba en libertad condicional pero bajo fuertes medidas de vigilancia, por lo que es un misterio cómo logró evadir a las autoridades para huir. Ha elegido Líbano porque éste no tiene ley de extradición para sus ciudadanos. El medio local Al-Joumhouriya, así como la televisora japonesa NHK, informaron que Ghosn llegó a Beirut desde Turquía en un avión privado y eso es todo lo que se conoce de su periplo.

Desde su casa en Líbano, Ghosn criticó fuertemente el sistema judicial de Japón, país en el que podía recibir una larga condena por los delitos ya descritos. "La culpabilidad se da por sentada, la discriminación es rampante y los derechos humanos más básicos son denegados [...] No he escapado de la justica, he escapado de la injusticia y la persecución política", cita El País al comunicado personal. En el mismo agrega que la semana entrante comparecerá ante los medios. Desde Tokio se guarda silencio en este respecto.

Con hasta tres nacionalidades (francesa, brasileña y libanesa) Ghosn fue el cabecilla de la alianza de Nissan con Renault en 1999. El 19 de noviembre del año pasado fue arrestado por acusaciones de fraude fiscal, lo cual lo hizo pasar 108 días en prisión provisional. La justicia le acusaba de desviar fondos de la empresa para fines personales y ocultando un porcentaje de su sueldo a fin de no pagar los impuestos equivalentes. Así, habría logrado llevarse a la bolsa hasta 70 millones de euros.

Él, no obstante, siempre defendió ser inocente de los cargos que le acusaban. La justicia nipona le había concedido libertad condicional e impuesto fuertes medidas de vigilancia personal. El 25 de abril, la capital japonesa le retiró su pasaporte, le prohibió abandonar el país, instaló cámaras de vigilancia en la entrada de su residencia y le obligó a entregar grabaciones a las autoridades cada cierto tiempo. Tampoco podía comunicarse abiertamente con su esposa Carol, quien habría sido parte de todo este entramado. Por si fuera poco, no podía acceder a Internet sino desde las oficinas de sus abogados

Con todo, en Líbano se le tiene como un prócer empresarial y un ejemplo a seguir. En Líbano le ven incluso adentrándose en la política. Ghosn nació en Brasil, donde vivió su familia desde que su abuelo emigrara en búsqueda de fortuna, pero vivió toda su infancia y adolescencia en el país asiático. @mundiario