Ence vincula 400 millones en inversiones a su continuidad en la ría de Pontevedra

Fábrica de Ence en Pontevedra. / Fiveprime
Fábrica de Ence en Pontevedra. / Fiveprime

Habla de acciones destinadas a "mejorar la eficiencia, el ahorro de agua y la calidad ambiental" pero solo si puede continuar operando en esta instalación hasta el año 2073.

Ence vincula 400 millones en inversiones a su continuidad en la ría de Pontevedra

Ence, un empresa históricamente contaminante, pone condiciones para invertir en mejorar la eficiencia, el ahorro de agua y la calidad ambiental de su fábrica de celulosa en la ría de Pontevedra. En ese sentido dice ahora que desembolsará los casi 400 millones de euros previstos para su Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal si puede permanecer en el lugar hasta 2073, la fecha establecida en la prórroga otorgada por el Gobierno de Mariano Rajoy en funciones en 2016.

La empresa maderera habla, pues, de acciones destinadas a "mejorar la eficiencia, el ahorro de agua y la calidad ambiental" pero solo si puede continuar operando en esta instalación hasta el año 2073.

¿Un susto medioambiental mayúsculo?

Según elDiario.es, su consejero delegado, Ignacio de Colmenares, declaraba en una reciente reunión interna que podría haber “un susto medioambiental mayúsculo” con posible afectación sobre las personas. La empresa aclaró que sus palabras se habían sacado de contexto y que esto solo ocurriría “a 12 años vista, de aquí a 2033, y si no se realizan las inversiones necesarias, podría verse afectada la fiabilidad de la biofábrica”. Así le llama Ence a su planta.

Si bien el Gobierno de España presiona a Ence, la empresa se siente apoyada por la Xunta de Galicia. La tesis del Gobierno gallego sobre la no contaminación de Ence contradice datos de la propia empresa y es justo la contraria que la del profesor Ramón Varela Díaz, catedrático de Biología y Geología y doctor en Biología, ex presidente de la asociación ecologista Adega y habitual columnista de MUNDIARIO, autor del artículo titulado A contaminación da ría de Pontevedra, en mans do Goberno de Pedro Sánchez, publicado en la edición GALICIA de este periódico. Para este experto, "non é o mesmo que unha celulosa estea instalada nun lugar apartado lonxe de poboación que se localice próxima a unha cidade e nunha área próxima densamente poboada e ao pé dunha das rías máis produtivas do mundo rica en moluscos, crustáceos e peixes e onde existe acuicultura e cultivo mariño", en referencia a Ence en Pontevedra.

MUNDIARIO también dio cabida en sus páginas de GALICIA a otro texto titulado Réplica de Ence a un artículo del profesor Ramón Varela en MUNDIARIO, donde, entre otras cosas, se sostiene que "la biofábrica es fundamental para la economía de Pontevedra y de toda Galicia, no es perjudicial en absoluto para la salud humana, y no emite sustancias que perjudican el medio".

"Muy al contrario –añade Ence en un texto que MUNDIARIO publicó íntegramente–, la biofábrica es medioambientalmente excelente".

Ence ampara buena parte de su argumentación en descalificar datos manejados por el catedrático Ramón Varela Díaz, cuyos análisis están siempre fundamentados y basados en investigaciones oficiales o académicas, contrastadas, aunque para Ence se trata de "graves e infundadas acusaciones". En este caso de Ence, los datos son del Registro de Emisiones PRTR y, por tanto, no son calculados ni menos aún manipulados. Figuran como públicos desde noviembre del año 2017 y son suministrados por la propia empresa y validados por la Xunta de Galicia antes de que los publiquen.

Una de las dos empresas privilegiadas por la Xunta

Las empresas Ence y Finsa son privilegiadas por la política forestal de la Xunta de Galicia, que olvida a las industrias que aportan más valor añadido, según el profesor Ramón Varela Díaz, autor de un análisis que publicó, en lengua gallega, en la edición GALICIA de MUNDIARIO. El autor, colaborador habitual de MUNDIARIO, es catedrático de Biología y Geología, y doctor en Biología. Fue presidente de la asociación ecologista Adega.

Con la política de la Xunta, dos importantes grupos industriales salen ganando, Ence y Finsa, y muchos otros perjudicados, explica este experto, que se plantea si interesa más seguir aumentando la producción maderera o centrarse en la industria de la transformación.

En su análisis a fondo de la política forestal en Galicia, el autor destaca que si bien la mitad de la madera que se corta en España procede de Galicia –la novena potencia forestal europea–, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, con mucho menos peso en la producción forestal, tienen mayor número de empresas centradas en la industria de la madera y en la fabricación de muebles. Mientras Cataluña representa el 15,9%, Andalucía el 14,2% y la Comunidad Valenciana el 12% , Galicia llega solo al 8,2%, siendo superada incluso por la comunidad de Madrid.

Galicia esta especializada en la producción de productos intermedios –celulosa, tableros, madera serrada– pero al no tener una industria fuerte de carpintería, muebles, ebanistería, envases, fabricación de papel y cartón, artes gráficas, etcétera, pierde un importante valor añadido.

La industria de segunda transformación, comparada con la primera transformación, consume menos energía, agua y materias primas, produce menos contaminación y da más puestos de trabajo y valor añadido. Pero Galicia solo transforma el 20% de la madera serrada, el 30% de los tableros y chapas y menos del 1% de la pasta de celulosa.

Galicia tiene posibilidades de producir madera de calidad codiciada y valorada en cualquier país del mundo. Tiene posibilidades que otros no tienen y no aprovecharlas es injustificable, advierte el mencionado experto. "Tenemos posibilidades de cerrar los ciclos de la madera y potenciar industrias menos contaminantes que las ya citadas y generadoras de muchos más puestos de trabajo. El Gobierno gallego  eligió un modelo con gran impacto y de consecuencias conocidas, pero existen otros modelos, y ponerlos a prueba sería hoy imprescindible", concluye el profesor Ramón Varela@mundiario

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