Wall Street se derrumba un 6,3% en otro vaivén de pánico financiero por la recesión del Covid-19
El trasfondo de una espiral de crisis que no se veía desde el colapso financiero mundial de 2008, y que ahora revive sus fantasmas en 2020 con la némesis de la pseudo-arma biológica del coronavirus, es la parálisis de la actividad, movilidad y dinámica humana, pues esa es la esencia del complejo motor de la economía mundial, cuyo combustible se desgasta y pierde capacidad de ignición a medida que las inyecciones de capital se reducen cada vez más en los títulos valores de acciones en las empresas más importantes del mercado para trasladarse a activos de renta fija, que hacen lo más perjudicial para toda economía en tiempos de crisis; estancar el dinero.
Los operadores del principal centro financiero del mundo y el corazón que bombea la sangre de la emisión de dólares como flujos de exportación hacia el resto del mundo, volvieron a llevarse las manos a la cabeza en otra jornada negra y en medio de un vaivén de oferta y demanda que fatiga y satura los mercados con dinero inseguro, volátil y que podría esfumarse en un abrir y cerrar de ojos.
Y es que después que la bolsa de Nueva York se viera este miércoles obligada a paralizar temporalmente las cotizaciones por cuarta vez en dos semanas, el índice industrial Dow Jones perdía un 10,2%, aunque logró recortar la caída y finalmente cerró con un retroceso de un 6,3%.
Este retroceso supone una pérdida de al menos 350 millones de dólares, por la medida baja, en un inicio de jornada que podría llevar el ciclo de recesión financiera a una reducción de hasta 1.500 millones de dólares.
El S&P, la otra gran referencia de Wall Street, perdió un 5,1%, y el selectivo de valores tecnológicos, Nasdaq, un 4,7%. Los tres índices han caído cerca de un 30% desde medidados de febrero. El comportamiento de este indicador demuestra la contracción del sector industrial y tecnológico ante la caída en la demanda de los mercados asiáticos y europeos.
El Dow Jones perdió por primera vez en tres años el nivel de los 20.000. En el peor momento de la sesion llegó a romper la barrera de los 19.000, aunque logró salvarlo al cierre y acabó en 19.903, pero aun así, quedó a punto de volver a la senda de cotizaciones que delimita la frontera entre el período de contención de la recesión y el traspaso hacia un limbo financiero (por debajo de los 20.000 puntos) que podría llevar a muchas empresas a aplicar medidas de emergencia como la venta de activos y la extracción de ahorros en reservas monetarias a niveles inconmensurables.
Con este brutal retroceso el índice acumula una perdida que prácticamente borra todo lo ganado hasta ahora desde el primer día de Donald Trump en la Casa Blanca (19.732 puntos). @mundiario
