Un VAR en los despachos de la Dirección de Asuntos Marítimos y de la Pesca de la CE

Banderas de Europa. / AIREF
Banderas de Europa. / AIREF
Bruselas no nada y solo se moja cuando llueven las protestas.
Un VAR en los despachos de la Dirección de Asuntos Marítimos y de la Pesca de la CE

Porque son marineros y no delincuentes, tripulantes, armadores y mariscadores de la bajura gallega y asturiana –cántabros y vascos parecen librar otras batallas– han paralizado su actividad extractiva y se han reunido en distintos puertos para hacer llegar a Bruselas su disconformidad con la reforma del Reglamento de Control que la Comunidad Europea quiere implantar en un sector cuya estructura y misión no sólo desconoce sino que le resulta ajeno. Bruselas puede entender de coles, de lobbys y directivas, pero el mar le queda lejos, muy lejos. Y la flota de bajura, distante a muchas millas marinas. Bruselas no nada y solo se moja cuando llueven las protestas.

Bocinas, sirenas y bengalas

A bordo de todo tipo de embarcaciones, en los muelles, desde cualquier plataforma, gallegos y asturianos dieron en el mediodía del viernes un rotundo "no" a la instalación de cámaras de videovigilancia en las embarcaciones de más de cuatro metros de eslora para controlar la actividad extractiva que desde las mismas se practica y que, dada la proximidad de los barcos a la costa en su trabajo habitual, prácticamente pueden seguirse desde los muelles . Los pescadores y mariscadores han dicho no al diario electrónico de pesca porque sus capturas ya se inscriben en las lonjas, que es donde venden su producto. Han dicho no, asimismo, a esa desconsideración que la UE tiene para con ellos y que les ha hecho gritar -y continuarán poniendo por ello el grito en el cielo- que son pescadores, no delincuentes. Todo esto unido ofrecen a la Dirección General de Asuntos Marítimos y de la Pesca de la Comisión Europea con su hartazgo, su  cansancio de años y su decisión de acabar con imposiciones sin sentido que nadie entiende.

Se lo han dicho, en Galicia, las flotas de Corme, Laxe, Camelle, Muros, Porto do Son, Riveira, Palmeira, Aguiño, Castiñeiras, Pontedeume, Caión, A Pobra, Tragove, Cambados, Bueu, Cabo de Cruz, Burela, Malpica, Combarro, Celeiro, Burela, A Coruña a voz en grito, haciendo sonar las sirenas de cada embarcación y, en tierra, bocinas de todo tipo, en medio de densas humaredas rojas que simbolizaban el peligro que corren como pescadores, como mariscadores a los que se quiere geolocalizar mediante una cámara de videovigilancia (VAR II) instalada a bordo con la que localizar a unos infractores de los que ya no se duda en la capital belga, donde los reconocen como delincuentes sin ni siquiera haber sentido de cerca el salitre que acumulan en el alma. Por esto, precisamente, los pescadores gallegos y asturianos demandan que ese tipo de cámaras se instalen en los despachos de los que dirigen en Bruselas el cotarro en el que han convertido el sector de la pesca de bajura, un sector que Bruselas desconoce porque lo suyo es la pesca con caña en cualquiera de sus ríos y una "pinta" de cerveza sobre mantel de cuadros.

Apoyo de las cofradías y Xunta

No se han sentido solos los pescadores y mariscadores que, en el mediodía del viernes, en lugar del Angelus de ayer elevaron a todos los vientos la letanía de una disconformidad de la que eran copartícipes en tierra miles de personas concentradas en las instalaciones portuarias cansadas de tanta ignorancia en un organismo comunitario que, se supone, fue creado para dar vitalidad al sector marítimo-pesquero, fundamental en muchos Estados miembros pero esencial en España y, más concretamente, en Galicia y Asturias (también en Cantabria y País Vasco, que ahora se llaman Andana).

La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y las federaciones de Galicia y las tres provinciales (A Coruña, Lugo y Pontevedra) estuvieron ahí, firmes, dando apoyo a los suyos. Como lo estuvo también la Consellería do Mar, cuya titular, Rosa Quintana, ha pedido a Bruselas que no criminalice a la flota pesquera con la instalación de cámaras de videovigilancia a bordo. Así lo trasladó a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea durante un encuentro por videoconferencia para tratar los principales asuntos de interés para el sector marítimo-pesquero gallego.

Este tipo de decisiones, indicó Rosa Quintana, "alejan al sector de las instituciones, pues demuestran la falta de conocimiento de su realidad con normas excesivas que complican en gran medida su labor". Demanda la conselleira mejoras en el proyecto de Reglamento europeo de control de la pesca durante los debates entre la Comisión Europea, la Eurocámara y el Consejo Europeo. @mundiario

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