Usted es un enterrador

Virginijus Sinkevicius, comisario de Pesca de la Unión Europea. / audiovisual.ec.eu: Georges Boulougouris
Virginijus Sinkevicius, comisario de Pesca de la Unión Europea. / audiovisual.ec.eu / Georges Boulougouris.
El comisario de Pesca de la UE, Virginijus Sinkevicius, no es el primero ni, mucho menos, será el último de los "enterradores" surgidos de los repartos de cargo ad hominem.

Uno más, ciertamente. El comisario de Pesca de la Unión Europea, Virginijus Sinkevicius, no es el primero ni, mucho menos, será el último de los "enterradores" surgidos de los repartos de cargo ad hominem (a la persona) en un intento de anteponer el argumento comunitario de reparto de prebendas a las necesidades -como es el caso- de un tan importante sector como es el de la pesca.

La pesca tiene sus enterradores

Una organización pesquera coruñesa reprendía recientemente al máximo responsable de la pesca en la Unión Europea. Lo hacía clavando certeramente la daga donde duele más: reconociendo el escaso valor de su gestión cuando le aclaraban, por si cabía alguna duda, que "los pescadores que cumplen, que son la gran mayoría, no necesitan salvadores como usted. Usted es un enterrador". Definido. Sentenciado. Rotundo. Pero, como señalaba anteriormente, no es Sinkevicius el único de cuantos se han responsabilizado de la gestión pesquera -por ejemplo, desde el acceso de España a la entonces CEE en el año 1986- el que ha ido enterrando al sector (hombres, mujeres y barcos), labor en la que también ha tomado parte el español Miguel Arias Cañete. Muy específicamente en los últimos años, María Damanaki y Karmenu Vella, que no se han significado especialmente por su tino en la defensa de un sector clave para, por ejemplo, la comunidad autónoma de Galicia, considerada como la más importante por número de barcos y número de tripulantes, así como por las mujeres y hombres que el sector emplea en tierra, en labores de acuicultura (como es el mejillonero, el marisquero, etc.) y de conservas de pescado.

Reducción de más de un 25%  en barcos y tripulantes en 18 años

Las cifras hablan a las claras de la intensa labor que los "enterradores" han venido desarrollando en la pesca: en el año 1998, el sector pesquero de la UE tenía una flota integrada por 95.000 barcos de pesca costera. En 2.005, esta flota se redujo en 12.000 unidades. Y de aquellos 83.000 barcos del año 2005, a día de hoy,  realizan esta actividad alrededor de 80.000 embarcaciones.

En cuanto al empleo registrado en el mundo pesquero de la Unión Europea, el sector ha pasado de las 421.000 personas que realizaban sus tareas profesionales en barcos de pesca, conserveras, marisqueo, acuicultura, etc. en los primeros años del 2.000 (con un tercio del empleo para las mujeres) a los 205.000 de diez años más tarde (95.000 a bordo de buques de pesca costera y 110.000 en alta mar) y, en la actualidad, 107.807, contando al personal enrolado y el que desarrolla su trabajo en tierra.

Las capturas de las distintas pesquerías también han variado notablemente, siendo en la actualidad de un total de 4.025.943 toneladas, con 7.110.664 toneladas de especies importadas, siempre en peso vivo y únicamente para uso alimentario.

El Brexit, un enterrador inesperado

Los efectos colaterales del Brexit comienzan a hacerse patentes. El sector pesquero demanda soluciones. Tras la salida del Reino Unido de la UE, se producen todo tipo de especulaciones sobre su repercusión  efectiva más allá de lo previsto en los caladeros y con una frontera, Francia, que se quiere soslayar en los planteamientos españoles asentados en barcos que buscan su futuro en aguas británicas. Galicia quiere que se fijen cuotas para 2021 por la mejora de las propuestas del Consejo Internacional para la Exploración del Mar en recursos objetivo de la flota como la merluza del norte, el gallo y el rape. A la vez demanda la eliminación de las cuotas en especies de aguas profundas, al tratarse de poblaciones sin actividad dirigida y sin riesgos relevantes para su conservación. Y recuerda la importancia de mantener el cupo de las especies accesorias, con poca relevancia de captura y escasas posibilidades de pesca, para evitar que provoquen el estrangulamiento de la flota impidiendo el desarrollo normal de su actividad.  

 ¿Enterradores al frente de la Comisión de Pesca? Rotundamente, sí. Pero Bruselas no escucha. O no quiere oír. @mundiario

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