La UE y Reino Unido mantienen el juego trancado en otra ronda de negociación comercial

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Dos trabajadores de la Comisión Europea retirando la bandera británica de la fila de banderas de los Estados miembros de la UE el día en que se consumó el Brexit / 20minutos.es
"El Reino Unido sigue comprometido con un acuerdo que contenga como base un Tratado de Libre Comercio", precisó el gobierno británico.
La UE y Reino Unido mantienen el juego trancado en otra ronda de negociación comercial

La sexta economía del mundo y uno de los bloques geopolíticos más importantes del planeta no terminan de encontrarse. Dos de las grandes potencias de Occidente mueven sus fichas en un tablero que no termina de descartar piezas hasta llegar a la jugada final donde se concrete el futuro de un acuerdo que, al menos por ahora, está en jaque.

Y es que la Unión Europea (UE) y el Reino Unido cruzaron acusaciones este viernes sobre la falta de progresos en la negociación sobre su futura relación comercial, interrumpida por la crisis del coronavirus.

No logran el consenso que las empresas y ciudadanos británicos y europeos esperan para saber cuál será el futuro de su dinámica económica y comercial en ambos territorios, pues hay miles de británicos viviendo en territorio de la Unión Europea y hay miles de españoles, alemanes, franceses e italianos que residen en Londres. Entonces, nuevos ciclos de discrepancias entre ambos negociadores podrían paralizar o reducir la rentabilidad de la producción comercial, industrial y financiera de los ciudadanos y empresas que están domiciliadas en lado y lado; británico en la UE y europeos en la Gran Bretaña.

"El Reino Unido no quiso comprometerse seriamente en un cierto número de cuestiones fundamentales", lamentó en rueda de prensa el negociador europeo, Michel Barnier, para quien sólo se realizaron progresos "tangibles parcialmente".

A partir de ahí, se generó un punto de inflexión que demuestra la falta de voluntad de Reino Unido a negociar un acuerdo en este momento debido a la crisis económica y sanitaria que aqueja al país, tomando en cuenta que sus ciudadanos residentes en territorio de la UE también sufren las consecuencias de la pandemia y su impacto económico en las dos naciones más golpeadas por el coronavirus en la eurozona: España e Italia, y en menor medida, Francia y Alemania.

Tras esas declaraciones, el Reino Unido insistió en que buscará un acuerdo de comercio posBrexit con la Unión Europea. Con esta declaración, se deja entrever que el Gobierno del primer ministro Boris Johnson no aceptará un acuerdo en el que la UE le quite todas las prerrogativas arancelarias a Reino Unido, lo que, si ocurre, podría generar competencia desleal y una guerra comercial con crisis diplomática entre ambos.

"El Reino Unido sigue comprometido con un acuerdo que contenga como base un Tratado de Libre Comercio", precisó el gobierno británico, que sin embargo reconoció que persisten "importantes diferencias de principio en otras áreas".

Barnier y su par británico, David Frost, reanudaron el lunes la negociación comercial entre ambos con una segunda ronda por viodeoconferencia ante la expansión de la pandemia tanto en la UE como en territorio británico, prevista inicialmente en marzo pero que se postergó por la irrupción del coronavirus en Europa.

Pero el tiempo apremia. Tras el divorcio consumado en enero, Londres y Bruselas se dieron 11 meses para destrabar y desmenuzar décadas de estrechos vínculos económicos, con un momento clave en junio, cuando ambos deben decidir si prorrogan la negociación. En caso de no extenderla, Reino Unido continuaría en un limbo comercial que podría bajar drásticamente el precio de sus exportaciones a la eurozona, lo que tendría repercusión en el valor de su moneda y la sostenibilidad de su PIB, es decir, el valor de su estable economía.

En la práctica, el Reino Unido no forma parte del bloque, pero sigue cumpliendo sus normas y dentro del mercado único europeo, así como de la unión aduanera, durante un período de transición hasta el 31 de diciembre mientras busca un acuerdo con la UE. Ya no hay ventajas para los británicos dentro del Espacio Schengen porque Londres no forma parte de él, pero si no hay acuerdo, la unión aduanera se resquebrajaría y los costos en los envíos de mercancías y exportaciones de las empresas británicas podrían incrementarse hasta trastocar considerablemente toda la economía del Reino Unido. @mundiario

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