Telefónica se recupera tras una década de capa caída en bolsa

Imagen de Telefónica. / Archivo
Imagen de Telefónica.

La gran teleco española tiene la mayor rentabilidad por dividendo del sector, lo que supone un aliciente para los inversores, que en la actualidad reciben por este concepto un 6,7%. En lo que va de año sus acciones se revalorizan algo más de un 4%

Telefónica se recupera tras una década de capa caída en bolsa

Telefónica parece haber entrado en una etapa de gracia después de llevar prácticamente una década de capa caída en bolsa, según destaca un análisis de Ana Linares que publica Estrategia de Inversión. En lo que va de año sus acciones se revalorizan algo más de un 4% y son muchas firmas las que apuestan por incluir a este valor en bolsa. Los directivos de Bestinver, por ejemplo, apuntaban durante la presentación de sus previsiones para este ejercicio que mantienen una parte pequeña de su cartera en el valor.

Otros como Carax AlphaValue indicaban a principios de esta semana que su cartera de este año destaca su apetito por “valores españoles e italianos (mayores potenciales) y la rotación hacia telecomomunicaciones (Telefónica y Telecom Italia).

En el campo de guerra en el que se había convertido la industria de las telecomunicaciones se podría haber fraguado una tregua

Según Ana Linares, hace ya varios meses que los analistas de Citigroup situaban a la firma que preside José María Álvarez-Pallete entre el grupo de compañías favoritas en todo el mundo. “Tras la eliminación del riesgo político en España, creemos que los inversores premiarán la mejora del mercado de las telecomunicaciones en un momento en el que los precios no dejan de subir, lo que hace del país el más deseable del sector en Europa”, señalan desde la firma. 


rentabilidad por dividendos
Telefónica tiene la mayor rentabilidad por dividendo del sector, lo que supone un aliciente para los inversores, que en la actualidad reciben por este concepto un 6,7%.

Recientemente, hace apenas un par de semanas, Telefónica elevó el precio de sus productos en España; un síntoma inequívoco de que en el campo de guerra en el que se había convertido la industria de las telecomunicaciones se podría haber fraguado una tregua entre los rivales.

 

 

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