Tecnologías disruptivas en Costa Rica con Uber estrenando sus servicios

Vistas del centro de San José, en Costa Rica.
Vista del centro de San José, en Costa Rica.

Llegó el turno de Uber en Costa Rica, presentado como "un servicio de autoabastecimiento en transporte" de socios comunitarios, a los que podemos empezar a llamar como los  "uberticos".

Tecnologías disruptivas en Costa Rica con Uber estrenando sus servicios

Llegó el turno de Uber en Costa Rica, presentado como "un servicio de autoabastecimiento en transporte" de socios comunitarios, a los que podemos empezar a llamar como los  "uberticos" el cual comenzó a operar en San José y ciudades circunvecinas, este viernes 21 de agosto.

En nuestro país que no es más grande que el condado de San Bernandino, que no tiene más población que el condado de Los Angeles, las tecnologías disruptivas adquieren presencia, a gran velocidad.  Hoy es el turno de Uber, servicio al que sus representantes han clasificado como "de autoabastecimiento en transporte" de socios comunitarios, a los que podemos empezar a llamar como los  "uberticos" y cuyo servicio comenzó a operar en San José y ciudades circunvecinas, recién el pasado viernes 21 de agosto. 

Uber resultó ser el Cisne Negro para los gremios de transporte de personas, por el impacto que ha generado como evento no esperado y no asumido como posible.  "¡Pero que va, el mundo corre a otra velocidad!"  "Economía colaborativa" - "tecnologías disruptivas" ese será el nombre del juego.  El tema es viral en redes sociales y genera gran expectativa por estos días en nuestro país. 

Como habitante de Heredia, ubicada a tan solo 10 kilómetros de la capital, visualizo a las decenas de personas que a las 10 PM de una noche cualquiera, frente a la Universidad Nacional (en la zona de acceso al centro de la ciudad) esperan por un taxi que no llega y que para ocultar su frustración, buscan entretenerse mirando compulsivamente sus teléfonos, distrayendo su propia atención, hasta el momento en que el taxi de color rojo, finalmente se estaciona al frente y pueden emprender su camino a casa.  Desde ayer, los imagino diciendo al unísono, no más retrasos,  "ahora somos comunitarios del transporte", uberticos en adelante.  Y es que por esa ruta de la adopción de soluciones innovadoras para resolver problemas cotidianos, vamos en Costa Rica, impulsados por la alta penetración celular que tenemos y la facilidad de acceso a los llamados “smartphones”. 

Creo que el siguiente escenario, será la batalla por ganarle al efectivo, en transferencias de dinero y en el pago de bienes y servicios.  Por conveniencia o seguridad, pronto llegará la oportunidad del dinero móvil, los "monederos o billeteras electrónicas" y entonces la pregunta ¿Para qué seguir usando efectivo, para qué? Será una inquietud frecuente de los ticos.  En particular, entre la generación de los “millennials” jóvenes que hablan dos idiomas, no tienen líneas de teléfono fijas, no gustan de ver televisión, están bancarizados pero operan solo por canales digitales, no gustan de fumar y son afines a “compartir” el driver que se necesita para impulsar esos nuevos negocios.  Ellos entienden que el futuro es hoy, que el largo plazo ya llegó. 

En Costa Rica, cada vez vemos más presencia de esta “Generación Y” en Heredia, un lugar interesante para el desarrollo de proyectos de economía colaborativa, tales como UberAirbnb.  Esta ciudad que aparece rankeada en el “Top Ten de las 10 ciudades latinoamericanas del futuro 2015-2016” (Elaborado por fDI Intelligence - Financial Times), tiene una floreciente “industria sin chimeneas”, basada en su consolidación regional como polo de servicios de tecnologías de información, distribuidos en unos diez parques industriales ubicados en sus alrededores.

Creo que esta que llaman La Ciudad de Las Flores, la que huele a mujer bonita y que es citada con frecuencia, como el mejor lugar para vivir en Costa Rica, estará a la vanguardia como campo de pruebas para estas nuevas tecnologías.  Somos muchos los que llegamos a esta ciudad venidos desde otros lugares y que nos quedamos para vivir “a la herediana”, prodigando un “buenos días” por las mañanas, caminando por media calle, disfrutando del exquisito clima y la brisa fresca que nos viene de los montes del Norte.

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