Tampoco Hércules, el mítico patrón de la ciudad, fue dado a luz en A Coruña

El coruñés Breogán escolta la torre del forastero Hércules
El coruñés Breogán escolta la torre del forastero Hércules

Ha causado cierto revuelo el comentario de que en A Coruña mandan los de Lugo. No sería la primera vez que el poder económico forastero fomenta el crecimiento de la ciudad.

Tampoco Hércules, el mítico patrón de la ciudad, fue dado a luz en A Coruña

El apacible remanso de las buenas formas económicas se ha visto revuelto por el confidencial que Xoan Dou, cronista de MUNDIARIO, soltó en estas misma páginas. Dou se hacía eco de una comidilla según la cual las personas más influyentes de A Coruña son de Lugo. Casi nada.

Después de lanzar la 'pedrada' se han precipitado los dimes y diretes sobre quién es quién en el poder -el de verdad- coruñés. Y la verdad es que no es para tanto. La Historia demuestra, con todo su peso, que no hay ninguna novedad en tal sospecha. Repasemos.

Para empezar, el mismísimo Hércules, patrón profano de A Coruña, nació en Tebas, en la Antigua Grecia. La torre que lleva su nombre la levantaron los romanos, en cuyas legiones había gente de los cuatro puntos cardinales. Tampoco Gerión fue dado a luz por estos lares; según parece, era de Tartessos. Ya ven, de Cádiz nada menos, ciudad con la que Coruña mantuvo piques comerciales durante el XVIII. Es justamente en este siglo, el de la descafeinada Ilustración española, cuando llegan al arrabal de Santa Lucía, hoy zona portuaria, los pescadores catalanes. Formaron lo que alguien ha llamado 'sardinocracia', pues se dedicaron a la pesca y salazón del sabroso pez; a mayores, comerciaban con sus vinos y aguardientes, desplazando así a los de casa. Sus beneficios no se quedaban en la ciudad, sino que marchaban a sus masías.

Los 'sardinócratas' fueron la primera muestra de que la burguesía coruñesa tiene un origen foráneo, enraizado en los primeros borbones. Con el establecimiento de los Correos Marítimos, acudieron un buen número de pilotos vascos. Y con la liberalización del comercio americano, que terminaba con el monopolio gaditano, cayeron sobre A Coruña castellanos, asturianos, franceses y suizos, afamados relojeros, como no podía ser de otro modo.

Puede que Barrié suene hoy de lo más coruñés, pero sus orígenes están más allá de los Pirineos. ¿Y qué me dicen de José Pastor, cuyo segundo apellido era el catalán Taxonera? Por no hablar del castellano José de Hijosa, comerciante, benefactor y corsario. O de Maristany, también catalán, como Marzal, el cordelero que dio nombre a una calle muy popular.

Como dice Yago Valtrueno, un pícaro de ficción nacido en el Orzán, "aquí nadie es forastero si abre la bolsa y muestra los dineros". Como en todas partes.

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