Se suceden las advertencias a España ante las amenazas económicas latentes

Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles, en Madrid.
Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles, en Madrid.
El Banco de España pide no subir las pensiones este año debido a la inflación, al tiempo que coincide con la Comisión Europea en rebajar las previsiones de crecimiento.
Se suceden las advertencias a España ante las amenazas económicas latentes

Las advertencias a España ante las amenazas económicas latentes se suceden, dentro y fuera del país. El Banco de España, que considera insuficiente la reforma de las pensiones, pide no subirlas este año debido a la inflación, al tiempo que coincide con la Comisión Europea en rebajar las previsiones de crecimiento. La brecha social se agranda, para desgracia de los menos favorecidos.

Según la Comisión Europea se estima que España crecerá 1,6 puntos menos que en la anterior estimación (hasta el 4%). Otra estimación indica que los precios se situarán en un promedio del 6,3% a finales de este año. En resumidas cuentas, que la recuperación del crecimiento se retrasa, del mismo modo que la rebaja de los precios.

Pero el Gobierno no acaba de asumir su realidad, cuando déficit y deuda están en unos niveles insostenibles. De hecho, al mirar el ejecutivo de coalición para otro lado, el organismo independiente de control fiscal está llamándole la atención con datos en la mano.

Hay cosas de la política –especialmente la económica– que el sentido común suele indicar, pero que a veces se intentan maquillar e incluso distorsionar, sin que a menudo se entienda bien el objetivo final. Una de ellas tiene que ver con lo que gasta e ingresa el Estado y lo que pide a crédito cuando hay déficit, que es lo más habitual.

AIReF: Cualquier aumento de los ingresos por encima de lo previsto debería destinarse a reducir el déficit

Entre unas cosas y otras, que la pandemia se encargó de agravar, España fue acumulando una deuda pública que batió sucesivos récords históricos, solo posibles gracias a que el Banco Central Europeo compró la deuda española prácticamente sin límite alguno.

Este gasto tan expansivo se presenta a veces como un mérito político que puede dar pie a la idea –falsa– de que no hay límite para el endeudamiento. Dicho de otro modo: sin el BCE, España no hubiera podido mantener su Estado del bienestar.

Otro equívoco con el que se juega es con la idea de que eso no pasó solo en España, sino también en otros socios de la UE y especialmente en aquellos que forman parte de la eurozona. La verdad es que no tanto, salvo casos aislados. Y, lo que es peor, nada de eso pasó en las mismas condiciones, ya que España, al recuperarse menos que otros, tuvo que endeudarse más.

De hecho, como la pandemia se llevó en 2020 un 10,8% del PIB español y en 2021 creció un 5,1%, España tendría que crecer este año al menos un 5,7% para recuperar el nivel de 2019, si bien ya se sabe que con la previsión actualizada del Gobierno no será posible volver al PIB de 2019 hasta 2023, es decir, dos años después que otros países desarrollados, que ya recuperaron en 2021 todo lo perdido en 2020.

¿Cuál es entonces la conclusión? La principal es que no debería ser necesario advertirle al Gobierno de que debe corregir el rumbo; máxime cuando ahora el BCE anuncia que retirará la protección –comprará menos deuda– y subirá los tipos de interés, de modo que será obligatorio volver a la disciplina fiscal en 2023.

Pero la advertencia es necesaria porque el Gobierno –o al menos un sector del ejecutivo de coalición– no se da por enterado de la cruda realidad. ¿Y quién se encarga de ser el poli malo? Pues un organismo independiente de control fiscal cuyo objetivo es garantizar el principio de estabilidad presupuestaria, así como la sostenibilidad financiera del país.​ Es la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de España (AIReF), con su presidenta al frente –Cristina Herrero Sánchez– la que critica la falta de medidas y de ambición en los objetivos de deuda.

Si el Gobierno no toma esas medidas, el déficit se enquistará en torno a un 3% del PIB y la deuda empezará a subir en relación con el tamaño de la economía a partir de 2025, hasta pasar desde el 108,8% del PIB hasta el 140% en 2040. Palabras mayores.

El planteamiento de la AIReF es de libro: aunque los ingresos aumenten gracias a la inflación, el déficit público irá a peor a medio plazo, debido a los mayores intereses y las actualizaciones de pensiones, salarios de funcionarios y contratos públicos. Y la conclusión subrayada por Cristina Herrero no deja margen de duda: cualquier aumento de los ingresos por encima de lo previsto debería destinarse reducir el endeudamiento. ¿Se está haciendo? No.

Solo un dato más para apreciar la gravedad de esta crisis: el gasto por intereses aumentará en unos 20.000 millones de aquí a 2025 respecto a lo que se preveía hace solo un año. @J_L_Gomez


Billetes de euro.
Billetes de euro.

AL ALZA

El ajuste

Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal de España (AIReF), haría falta un ajuste anual del 0,35% del PIB para alcanzar el equilibrio presupuestario en 2035, bajar la deuda al 80% del PIB en 2040 y contener el pago de intereses en el 2,5% del PIB. Pero la propia AIReF observa “vulnerabilidades” en el Programa de Estabilidad y no ve en este documento económico del Gobierno “una verdadera estrategia fiscal a medio plazo”; máxime en un escenario de “elevada incertidumbre”.

A LA BAJA

La estabilidad

Para la AIReF, el margen para reducir el déficit sin medidas adicionales se agota, estabilizándose el límite fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en el 3% en 2024 y 2025. El estancamiento en la reducción del déficit supone un freno en la disminución de la ratio de deuda, que en 2025 todavía se situará en el 108,8% del PIB. A partir de ahí, si el déficit primario estructural se mantiene constante entre el 1,5% y el 2,5%, la deuda iniciará una senda ascendente hasta el 140% en 2040. @mundiario

 


PROTAGONISTAS

Cristina Herrero. / RR SS
Cristina Herrero Sánchez. / RR SS

Cristina Herrero

Presidenta de la AIReF

Insiste en la necesidad de diseñar una estrategia fiscal a medio plazo creíble, realista y que integre todos los elementos esenciales de política económica y fiscal, especialmente el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

Pedro Sánchez

Presidente del Gobierno

Su ejecutivo de coalición se resiste a destinar la mejora de los ingresos por encima de lo previsto a acelerar la reducción del déficit y a evaluar el impacto de las medidas adoptadas antes de prorrogarlas. Faltan criterios de eficiencia y eficacia.

Nadia Calviño

Vicepresidente del Gobierno

Está en el grupo de países que sostienen que volver a los límites del Pacto Estabilidad, del 60% del PIB para la deuda y del 3% para el déficit, no es una opción realista. España aspira a no salir del déficit excesivo –superior al 3%– hasta 2025.

Alberto Núñez Feijóo

Presidente del PP

El principal partido de la Oposición sostiene que la actualización de la cifra de inflación de abril, situada en el 8,3%, demuestra que las medidas aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la subida de los precios “no han dado resultado”. @mundiario

 

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