¿Subirá la rentabilidad de los depósitos bancarios a plazo fijo en 2016?

¿Subirán los depósitos? / Milos Milosevic.
¿Subirán los depósitos? / Milos Milosevic.

Los depósitos no pasan por su mejor momento. La rentabilidad media no supera el 0,5% y el ahorro está migrando hacia las cuentas. Pero ¿mejorarán en 2016?

¿Subirá la rentabilidad de los depósitos bancarios a plazo fijo en 2016?

Los depósitos no pasan por su mejor momento. La rentabilidad media no supera el 0,5% y el ahorro está migrando hacia las cuentas. Pero ¿mejorarán en 2016? La rentabilidad de los depósitos a plazo fijo está en mínimos; según los datos aportados por el Banco de España, el tipo medio de los depósitos en septiembre fue de un 0,41 %, un descenso del 49 % con respecto al mismo mes del pasado año. Se trata del peor mes de septiembre de los últimos 12 años. Nada que ver con el tipo medio que tuvieron los depósitos durante el mismo período de 2008, cuando la rentabilidad media alcanzó el 4,838 %, la mejor cifra desde 2003, según señalan desde el comparador de depósitos HelpMyCash.com.

Pero ¿cuál es la perspectiva para el próximo año? ¿Mejorarán las rentabilidades de los plazos fijos en 2016? Alessio Zambon, responsable de marketing de Banco Mediolanum, señala que “no prevemos cambios de tendencia, incluso parece muy probable que las rentabilidades de los depósitos bajen incluso más y continúen acercándose al 0 %”. A priori, nada parece indicar lo contrario. La limitación de los extratipos dictada por el Banco de España hace alrededor de dos años y la política monetaria del Eurosistema, que ha dejado unos tipos en mínimos históricos (0,05 %) y una facilidad de depósito negativa (-0,20 %), que ha provocado que los bancos de la eurozona tengan que pagar una tasa por realizar depósitos a un día en el banco central, no juegan a favor de los plazos fijos.

¿Acabaremos pagando por dejar los ahorros en el banco?

El escenario actual ha provocado que algunos bancos hayan rebajado el interés de sus depósitos hasta cerca del 0 %. Es el caso de la gran banca: BBVA ofrece como máximo un 0,30 % a 13 meses, Banco Santander, un 0,20 % también a 13 meses y CaixaBank, un 0,10 % a un año para ya clientes. No obstante, la entidad catalana se desmarca del resto y ofrece un 1 % a 12 meses para nuevos clientes con el Depósito IN.

Pero, en el caso de que la rentabilidad de los plazos fijos continúe cayendo, ¿se podrían llegar a generalizar los depósitos al 0 % o incluso con tasas negativas? Alessio Zambon considera que “no hay que descartar que lleguemos a ver depósitos a tipos negativos, pero en todo caso sería para clientes institucionales” y añade que no cree que eso llegue a suceder con los depósitos para ahorradores particulares. Fernando Egido, director general adjunto de Self Bank, tampoco considera que “esa posibilidad llegue al negocio minorista”.

Lo cierto es que, por ahora, los bancos nacionales no han implantado depósitos a tipos negativos tal y como ha ocurrido en algunos bancos alemanes. Lo que sí está ocurriendo es que las rentabilidades raquíticas están provocando una migración del ahorro de los depósitos a las cuentas, que presentan mayor flexibilidad y, en estos momentos, mayores rentabilidades. De hecho, durante el pasado mes de marzo el saldo vivo de las cuentas a la vista superó al de los depósitos por primera vez desde 2007 y no ha hecho más que crecer, mientras que el de los depósitos sigue menguando. La rentabilidad de las cuenta también ha aumentado y durante los últimos meses se han llegado a ver cuentas incluso por encima del 5 % que han liderado el ranking de las mejores cuentas remuneradas, mientras que los depósitos no se han acercado a esa cifra.

Los mejores depósitos se pagan al 3 % TAE

No está todo perdido. Entre la vasta oferta de depósitos disponibles en el mercado español existen algunos con rentabilidades atractivas, que resisten muy por encima de la media. Se trata, en su mayoría, de depósitos a corto plazo, los llamados depósitos de bienvenida, que no suelen durar más de tres meses y rentan hasta el 3 % TAE. Es el caso del Depósito Self al 3 % TAE de Self Bank contratable hasta el próximo 30 de noviembre, el más rentable del momento. Eso sí, solo se remuneran los primeros 15.000 euros.

Por orden decreciente, le siguen el Depósito Tookam al 2,10 % para saldos de entre 3.000 y 30.000 euros, el Depósito 2.0 al 2 % de Banco Mediolanum para aportaciones de entre 5.000 y 100.000 euros, disponible hasta el próximo 31 de diciembre y el Depósito Bienvenida de ING Direct al 1,90 %. La principal ventaja de este tipo de depósitos, además de su alta rentabilidad, es que tienen total disponibilidad y el cliente puede recuperar su dinero cuando quiera. De hecho, algunos incluso no tienen penalización por cancelación anticipada, como los depósitos de ING Direct o de Self Bank.

En busca de nuevos clientes
El objetivo principal de esta estrategia no es captar pasivo, sino ampliar la cartera de clientes y guiarlos hacia otros productos más rentables. “En el caso de Self Bank, que no tiene necesidades de liquidez, esta estrategia tiene como único objetivo el crecimiento en la base de clientes y no está planteada en términos de rentabilidad”, señala Fernando Egido.  Alessio Zambon opina lo mismo, que de entrada remunerar un depósito al 2 o 3 % no es rentable, pero que  “en general se utiliza como una herramienta comercial para poder captar nuevos clientes en un mercado que es muy competitivo y está muy maduro”. Y añade que “en nuestro caso [el de Banco Mediolanum], nuestra atractiva oferta tiene como objetivo ofrecer un incentivo a nuevos clientes para que nos conozcan y vean todo lo que les podemos ofrecer, sobre todo cómo les podemos ayudar, más allá de las cuentas y de los depósitos, a rentabilizar su ahorro con otros instrumentos, como pueden ser los fondos de inversión”.
Tanto Egido de Self Bank como Zambon de Banco Mediolanum comparten que en el escenario actual los ahorradores van a tener que virar hacia la inversión si quieren conseguir algo de remuneración, ya que la rentabilidad “está en otro tipo de productos más vinculados a la inversión como pueden ser los fondos de inversión, con el riesgo implícito que este tipo de productos pueden tener”, señala Egido.

 

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